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El feminismo nos recuerda un hecho obvio que me parece tre que mencionaban explícitamente cómo estas actividades
importante tener en cuenta a la hora de planificar una cla- les habían conectado consigo mismas, con el entorno y con
se ecofeminista: tenemos cuerpos vulnerables que hay que la clase y les habían ayudado a sentirse mejor y a aprender
cuidar. La última vez que enseñé esta clase, en el otoño de mejor durante el semestre.
2022, experimenté más intensamente con la idea de cuidar En esta misma clase enfaticé más la importancia de los
el cuerpo y la salud mental. Ese semestre, el cambio climá- comunes en el ámbito ecofeminista. Para ello nos visitó
tico se manifestó en mi región con un otoño especialmente la Profesora Palmar Álvarez-Blanco, que nos explicó La
cálido y decidí que siempre que las condiciones lo permi- Constelación de los Comunes, un proyecto orgánico y en
tiesen daríamos clase afuera. Al principio buscábamos luga- constante expansión en el que Palmar está mapeando y
res diferentes cada día y al final volvíamos a los espacios que conectando una cantidad significativa de comunidades de
nos habían hecho sentir más cómodas. Cada día dedicába- prácticas relacionadas con la cultura pro-común en el Es-
mos unos minutos explícitamente al cuerpo (respiración, tado español. Palmar nos invitó a no conformarnos con
enraizamientos, ejercicios de performance, etc.) Muchas aprender pasivamente de ese proyecto colectivo, sino a
de estas actividades estaban inspiradas en el taller de “Per- contribuir a él para generar una relación de reciprocidad.
formance para académicxs” que facilitó Laura Corcuera en Así la clase elaboró una definición de ecofeminismo en es-
las jornadas de ALCESXXI en Oviedo en verano de 2022. pañol e inglés que fue consensuada y firmada por todas las
Hubo dos actividades que gustaron especialmente al grupo. personas de la clase e incorporada al co-diccionario de la
Una fue el ponerse en parejas e ir caminando de la mano. Constelación de los Comunes (Capriolo et al). La clase no
Una de las personas cerraba los ojos y la otra le iba guiando solo se empoderó aprendiendo de la multitud de colec-
lentamente e invitándola a tocar u oler diferentes cosas (ho- tivos y prácticas ecofeministas existentes que ya estaban
jas, troncos de árboles, piedras) y a escuchar otras (insectos, contribuyendo a la transición ecosocial sino que, además,
pisadas, cantos de pájaros, etc.). La otra actividad fue selec- se “consteló” con ellas.
cionar algo del entorno (una hoja, una semilla, un pétalo, Finalmente, opino que cualquier clase que se imparte en el
una brizna de hierba, una piedra) y pasar tres minutos ob- contexto actual de colapso ecosocial no debe evitar hablar de
servándolo con total atención. Después comentábamos la los temas más importantes de nuestro tiempo: crisis ecológi-
experiencia como clase. Esta fue la clase sobre ecofeminis- ca y crisis de desigualdad. Una clase ecofeminista obviamente
mo que mejor ha fluido y que he sentido más cohesionada. tratará en profundidad dichos temas y, al hacerlo, convocará
Sospecho que estas actividades fueron clave para ello. De realidades difíciles de digerir (como el hecho de recordar que
hecho, hubo muchísimos comentarios en las evaluaciones se extinguen de 40 a 200 especies cada día debido a la globa-
online que las estudiantes hacen del curso al final de semes-
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Revist a de al ce s XXI Número 7 , 2025

