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Colegimos, por tanto, que el metraje va a hacer suyo el re- se dejan entrever; sobre todas, el narcotráfico). Durante la
chazo a esa “socialización de las pérdidas” denunciada por el conversación, el empresario se queja de un camarero (inmi-
grupo Juventud sin futuro que sería eje programático fun- grante que no habla español) que le sirvió una fuente de ca-
damental del 15-M (Cameron, Elliptical 248). viar con uno de sus dedos dentro de la misma, lo que le ins-
tó a increparle de este modo: “Esa fuente cuesta lo que tú
Escena 2 —y adláteres— (15M: “No es una crisis; es el vas a ganar en dos semanas trabajando doce horas diarias”
sistema”). (00:05:20). Tras una perorata sobre la eficiencia en la que
entran cuestiones de raza y de género, la liberalísima diatri-
Hay veces en las que el efecto cómico apenas si es un ta- ba concluye con una queja ante lo caro que resulta despedir
miz medio transparente. Destacaría al respecto una de las a un trabajador, otro de los mantras que se reitera en el cine
primeras escenas de la cinta. Ya dentro de la sucursal banca- de Sánchez: “Lo que hay que hacer es buscar a gente sin pa-
ria que están a punto de robar er Cabesa y er Culebra, asis- peles que trabajen al 200% y cuando te den algún tipo de
timos al diálogo entre un empresario corrupto y el direc- problemita, al carajo y punto” (00:06:19). La escena termi-
tor de la referida sucursal bancaria, igualmente inclinado al na con la apertura de un maletín ante el que celebran los
blanqueo de capitales (entre otras actividades delictivas que dos contertulios. No vemos su contenido, pero lo imagina-
mos (y lo conoceremos bien al final de la película).
Es recurrente a lo largo del film este tipo de denuncia so-
cal, interpretada por Narco Maldito en una grabación de Records S.L. cial de bajo perfil cómico. Afecta, de hecho, a casi todos los
& BMG Eleven Spain & Ediciones Musicales Clipper’s S.L. Por la ex- personajes que iremos conociendo dentro (y fuera) de la su-
plicitud de una letra que entra en comunicación con la celebérrima ba-
lada desamorosa de Los Chunguitos (cambiemos la mujer altanera por cursal bancaria. Elocuente por su recreación de una lucha
un sistema social que ningunea igualmente, no al amante, sí al de abajo), de clases que hay quien quiere pretérita, aunque sean más
transcribo a continuación la letra en su conjunto tal y como aparece en los que la sufran impertérritamente, es la secuela de la reta-
SpainLyrics:
híla del mismo empresario, quien afirma que por culpa del
“ No me estoy inventando lo que te estoy diciendo / ¡Es cierto!, esto parado que hace ‘chapús’ (chapuzas) con su cuñado “está el
es el puto infierno / Si no lo sabes, ahora mismo shulo te lo cuento / Eso
es así, tengo el corazón muy negro / Voy que reviento ¡Me cago en tus país como está”, a lo que el parado responde con todo un
muertos! / Dame veneno, si no te damos el palo / Vienen los malos, sa- alegato contra el concepto de plusvalía: “La culpa la tienen
bes que me gusta lo bueno / Vivo en la calle, me estoy jugando el pellejo los empresarios, que se habéis hecho de oro a costa de lo
/Mama, tú lo sabes, yo nunca seré viejo (…) ¡Dame veneno! / Dame ve-
neno…Ay para morir” (00:03:03). que le habéis robado a los trabajadores” (00:22:10). Algo
más de guasa aporta el regaño al mercado laboral andaluz
De la banda sonora de la película, destacaría igualmente la estirpe de las
“Serpientes negras” de la banda jienense de blues Guadalupe Plata. que encontramos ya mediado el atraco, cuando cobre pro-
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024