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Sirva esta larga introducción para entrar de lleno en esos El guion: texto explícito
dos componentes que configuran el cine de Sánchez: de un Es imposible calibrar la razón de ser de esta película sin de-
lado, un guion en el que sobresale un drama social cuya tallar algunos de sus momentos más políticamente vocife-
explicitud política debe ser considerada como arma de un rantes. Lo resalto porque en verdad se puede afirmar que
solo filo, por más que el tamiz de la comicidad (he aquí el este guion se erige en una especie de estertor del 15-M, ha-
segundo componente) camufle su indignación. Si el prime- ciendo a tal efecto acopio y bandera de las letras que arropa-
ro se vierte en los diálogos que escuchamos diegéticamente, rían ideológicamente a formaciones políticas que saldrían
lo segundo se barrunta extradiegéticamente en unas acota- del referido movimiento social, desde el extraparlamentario
ciones que inferimos tanto de la interpretación de los ac- Partido X al parlamentario Podemos, cuyo pequeño prota-
tores como de la puesta en escena, remitiendo, en última gonismo en la obra posterior de Sánchez y López (“Esto si-
instancia, a unas fuentes teatrales y fílmicas que conviene gue siendo así” de 2016) habrá que ponderar más adelante.
aquilatar. Foco mi atención en cuatro escenas o momentos funda-
mentales del guion (aunque podrían ser más).
ticularmente en lo que respecta a su propuesta, tanto conceptual como Escena 1 (15M: “Sin casa, sin curro, sin pensión, sin mie-
formalmente. Me refiero a que si El mundo es nuestro queda en el haber
exclusivo de Alfonso Sánchez (guion), el corto añade al también guion do”).
de Sánchez un ‘script’ a manos de Paz Piñar: ¿son coguionistas? La apa-
rición de la también directora de cine (repetirá en “Eso es así”), mere- Arranque de la película. La larga transcripción se me hace
ce un breve inciso que nos permita calibrar el alcance de la interacción
de drama y comedia que perseguimos. Que Piñar y Sánchez compar- crucial, no solo porque condensa el estado de malestar de
ten mucho queda fuera de toda duda. Al respecto, referir cómo la que buena parte de la población (particularmente la de su ju-
es también realizadora de Canal Sur TV ha manifestado sentirse a gusto ventud), sino además por ser arenga reiterada en otras pro-
escribiendo “comedia social”, pues “es muy agradecida de trabajar y sue- ducciones del dúo Sánchez-López. (Transcribo conforme a
le funcionar muy bien a nivel de espectadores”. Poco después, apuntilla
con estas palabras sus preferencias (est)éticas: “es una comedia con un la fonética ‘de sevillanas maneras’):
alto componente de farsa: (…) Cuanto más descabelladas, más cómicas;
cuanto más desesperadas, más críticas; pero siempre han de tener una CULEBRA: Quillo, aquí no se puede vivir, Cabesa.
conexión con la realidad o, mejor, cierto grado de verosimilitud […] To-
dos los papeles están escritos e interpretados desde la exageración” (Re- CABESA: Aquí qué coño se va poder vivir de ná.
yes Caballo 200-201). Aunque estos comentarios los aplica a su propio
largometraje Pasemos al Plan B, sirven bien para hablar del cine de Sán-
chez. Curiosamente, en la introducción que hace Reyes Caballo de la CULEBRA: Quillo, que somos unos des-
carrera profesional de Paz Piñar (195-96), no se menciona la labor de graciados sin oportunidades.
co-guionista de los dos cortos aquí referidos.
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024