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el criterio técnico como la propuesta argumental son muy
similares, cambiando solo la careta de los protagonistas, que
pasan de ser unos canis tironeros, ‘er Cabesa y er Culebra’,
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a unos pijitos de quiero y no puedo, Rafi y Fali, entre otras
encarnaciones de menor peso en la cinematografía del dúo.
El mundo es nuestro vería la luz también de la mano de
la misma productora de sus caseros cortos, MundoFicción.
Estrenada en el Festival de Málaga del mismo 2012, la pe-
lícula obtendría la Biznaga de Plata al mejor actor (Alfon-
so Sánchez), además de otra Biznaga de Plata al Premio del
Público. Que éste siempre ha brindado su favor a la cin-
ditos en años, disertan litrona en mano en la Alameda de Hércules, de
sevillanas maneras también. Por lo demás, detallo a continuación los
restantes cortos y su correspondiente número de espectadores a fecha
de 24 de octubre de 2021 (números redondos): “El verano de los com-
padres” (2009,750.000 visualizaciones); “300.000 botellines” —el an-
verso de “El verano de los compadres”— (2009,730.000 visualizacio-
nes); “El camino está en el surf” (2009, 250.000 visitas); “Las cosas en
su sitio” (2010, 800.000); “Estamos aviaos” (2011, 611.000 visitas);
“Siempre nos quedará Córdoba” (2012, 250.000 visualizaciones); “No
ni na” (2012, casi 900.000 visitas); “Compadres en cuarentena” (2020,
289.000 entradas).A esto hemos de sumarle los más de 300.000 visi-
tantes en el programa de Jesús Quintero “Los ratones coloraos”. Tam-
bién de 2009 es “Así sí” (617,000 visualizaciones). El éxito que deparó
El mundo es nuestro supuso el salto del dúo al teatro. Vendrían después
El mundo es suyo (2018) y “Para toda la muerte” (2020). La primera, de
cuyo guion es co-autor el propio Sánchez junto a Ana Graciani y Sergio
Rubio, tuvo un éxito relativo, no obstante la participación de Atresme-
dia en producción y Warner Bros. en distribución; la segunda se estre-
naba justo cuando la pandemia de Covid estaba a punto de pararlo todo
(31 de enero de 2020).
2 A partir de ahora, utilizaremos siempre esta nomenclatura sevillana
para referirnos a los protagonistas de El mundo es nuestro.
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Revist a de al ce s XXI
ta lo atestigua igualmente el que el film lograra mantener-
se veintiséis semanas en cartel a pesar de, primero, haberse
realizado bajo unas condiciones de producción draconianas
(la primera en España en usar una suscripción popular —
hay también quien dice crowdfunding—), dejando el pre-
supuesto total de realización en unos limitados “600.000
euros” (Rodríguez); y, segundo, pese a no haberse podido
promocionar conforme a derecho, ni haber podido tampo-
co disfrutar de una distribución al uso, de acuerdo al infor-
me sobre la cinta de Canal Sur TV. Casi diez años después
de su estreno, las ventas en formatos físicos, según se de-
duce de plataformas en línea como FNAC, ‘Mundodvd’,
‘Todocolección’ o Amazon, entre otras varias, corroboran
igualmente la vitalidad y el éxito de la obra, cuya distribu-
ción en DVD fue y sigue siendo notable gracias en parte a
su asequible coste de 4,95 euros.
Con independencia de la mayor o menor valía que cada
cual otorgue a esta muy favorable recepción de público para
cortos y largo, no podemos pasar por alto, como ya defen-
diera en su día Eugenio D’Ors, que la taquilla es un valor
estético en sí misma. Desde una perspectiva de otro cariz,
aunque a la postre conmine a aceptar similar criterio res-
pecto a lo que se denomina estética de la recepción, sostie-
ne así el peso de la acogida Fabelo Corzo:
El valor estético no es en sí mismo un atributo del objeto, ni el
resultado exclusivo de la plasmación en él de cierto ideal estéti-
co. Para que un objeto sea portador de valor estético ha de fun-
cionar precisamente como tal, lo cual presupone la presencia y
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Número 6 , 2024