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la trayectoria de Vicente desde el yo-fragmentado a la nueva En el Capítulo 4, “The Path to Ambiguous Monstrosi-
camaradería, brindando al lector un análisis literario exqui- ty: Illness, Martyrdom, and Castration in Emili Teixidor’s
sito de las imágenes encontradas en la obra literaria del autor 2003 Novel and Agustí Valarongás’ Eponymous 2010 Film
y en los documentales en los que ha colaborado. Pa negre (Black Bread),” Tobin-Stanley sigue enfocándose
O lapis do carpinteiro de Manuel Rivas es el foco del Ca- en la periferia, ahora con vista a Cataluña y la doble perse-
pítulo 3 en el que Tobin-Stanley examina la representación cución de los antifranquistas cuya lengua y cultura tradicio-
metafórica de identidad/ ideología en la novela como el afe- nal no adherían a la definición de “españolidad” perpetuada
rramiento de la narrativa oficial del régimen. Para contex- por el régimen. Además, ensancha el concepto de la peri-
tualizar su análisis, ofrece la historia de la represión fran- feria más allá de las fronteras geográficas para incluir otros
quista en Galicia, donde se ambienta la novela de Rivas, así modos marginados de ser dentro de la España franquista:
como su noción de la justicia reparadora [restorative jus- homosexual, no católico y, por supuesto, republicano. El
tice] como reconocimiento de las víctimas y su persecución capítulo es enmarcado por el tema del silencio cómplice, un
(70). La hauntologie de Jacques Derrida junto con la teo- concepto que Tobin-Stanley explora con más detalle en el
ría memorística de José Colmeiro y Pierre Nora proveen el capítulo final y una idea que vemos reiterada en la investi-
marco teórico del capítulo. gación académica y producción cultural más recientes sobre
Ahora bien, urge un entendimiento básico de la mitolo- la época franquista.
gía franquista así como la cristiana y más aún de los espa- En el siguiente capítulo, el primero de los tres que se en-
cios en los que intencionalmente interactuaban las dos en focan en novelas escritas por mujeres, Tobin-Stanley pre-
la cultura oficial del régimen para poder apreciar el secues- senta su teoría de la femimemoria [Femimemory] (136).
tro de la simbología franquista por parte de Rivas en su Como la recuperación ginococéntrica de la memoria [the
novela. Tobin-Staley logra ofrecer una explicación sucinta gynocentric recovery of memory], la femimemoria reco-
y clara para la lectora/académica no peninsularista como noce que las mujeres han sido ignoradas, o por lo menos,
preludio a su análisis y a través de ese proceso, enfatiza la consideradas ser sin importancia por parte del patriarcado
doblemente atroz persecución de los simpatizantes repu- heteronormativo que ha redactado la Historia en voz mas-
blicanos de la periferia. culina. También subraya la obligación de reclamar y acer-
Volviendo a la memoria como forma de justicia, termina tar el papel de la mujer en los anales de la humanidad, así
el capítulo tal como concluyó el anterior. Esta vez, se acer- como el reconocimiento de la experiencia y trauma feme-
ca a la memoria histórica desde la perspectiva del “Pacto de ninos como parte de un compromiso global por un mundo
Silencio” de 1975 y el fracaso del mismo en reconocer a las más justo, logrado éste en parte por la trasmisión de las his-
víctimas y también en condenar a los perpetuadores. torias de mujeres.
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024