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uno de los tres dramaturgos hace uso de la intertextualidad tas que más me interesan son las que producen este tipo de despla-
en su obra. A esas alturas, Juan Mayorga estaba al comienzo zamientos, que pueden incluso ser inversiones. (cit. en Caballero et
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de su carrera dramática y había publicado Cartas de amor a al 8, énfasis añadido)
Stalin unos pocos años antes, en 1998. Juan Mayorga ofre-
ce como ejemplo de intertextualidad esta obra, admitien-
do que había usado con “respeto” y “libertad” las cartas que Cartas de amor a Stalin (1998) es una obra inspirada por
Mijaíl Bulgákov le había escrito a Stalin (Caballero et al 9). la censura estalinista impuesta en las primeras décadas del
En su teatro usa la cita intertextual como forma de producir siglo XX al escritor satírico Mijaíl Bulgákov y presenta la tra-
“desplazamientos” — “¿Qué pasa si pones en boca de Hitler gedia personal e intelectual de un hombre condenado al si-
un discurso de Gandhi?” — y así manipular y cambiar ra- lencio. La obra cuenta con diez escenas (no hay una separa-
dicalmente el sentido de aquellas palabras, al ser alterado el ción en actos) y tres personajes: el escritor Mijaíl Bulgákov,
contexto original de expresión (Caballero et al 9). Mientras su esposa, quien es identificada solamente como “Bulgáko-
este tipo de sustituciones puede resultar en un ejercicio gra- va” y Stalin. La acción toma lugar en “casa de los Bulgákov.
tuito, poco original e incluso con consecuencias de orden Allí donde él escribe”, según la acotación inicial del texto
ético, Mayorga justifica esta licencia creadora que identifica (221). A lo largo de las primeras cinco escenas los perso-
en otras obras literarias clásicas como La montaña mágica y najes son la pareja marido-mujer; al partir de la sexta esce-
que él mismo aplica más adelante en otros textos suyos, así: na, también aparece Stalin, aunque solo Bulgákov puede
verlo. Gradualmente, Bulgákova desaparece. El dictador es
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una presencia fantasmagórica, producto de la imaginación
Mucho después de haber leído La montaña mágica de Thomas del escritor, y parece que el mismo diablo atormenta a Bul-
Mann, supe que el personaje de Nafta es un trasunto del filóso- gákov a la vez que lo inspira: su alter ego creador. Para po-
fo húngaro Georg Lukács. Sería necio atribuir ahí a Mann un der escribir y expresar su voz satírica, Bulgákov adapta su
gesto plagiador. Lo que hay es un desplazamiento productivo, lenguaje como si hubiera firmado un pacto con el demo-
por el cual el discurso de ese académico cobra una colocación
especial al ser desplazado a una clínica para tuberculosos. Las ci-
2 Mayorga se inspiró en documentos históricos (los borradores de cartas
y las cartas enviadas por Bulgákov a Stalin y a otros amigos y familiares)
1 La definición del término intertextualidad que usan los dramaturgos es y condensa unos hechos históricos para fin dramático. Bulgákov tuvo
“algo que siempre ha existido aunque no se le haya dado este nombre…y tres esposas y los hechos del drama se sobreponen a los años en los que
que ahora parece que es una práctica … que casi define un género” (5) y sus esposas fueron Lyubov Belozerskaya, con la que estuvo casado entre
en dicho coloquio manejan las teorías de Roland Barthes y Julia Kristeva 1924-1932 y Elena Sergeevna Shilovskaya Bulgákova, con la que estuvo
sobre la intertextualidad, aunque también ofrecen perspectivas propias. casado entre 1932-1940.
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024