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epítomes de la masculinidad más tradicional, ambos son   víctimas, que sería la forma más superficial de representar-

 fuertes y dentro de su fuerza física y su capacidad para re-  los, sino como modelos de valentía. Tan intrépidos son, tan

 sistir, recae su sobrevivencia (144). Son los dos, además, he-  importantes son sus sueños que en el cartel oficial del do-


 terosexuales, lo que se entiende por las referencias a la exes-  cumental aparece en primer plano una imagen de Iurie, en

 posa de Raül y a una novia lejana de Iurie. Sin embargo, al   una de sus maniobras para ganar la competición de lucha

 final, Iurie se verá hospitalizado como consecuencia de la   libre. El hecho mismo que Iurie sea un luchador permite re-

 brutalidad masculina y la agresividad competitiva. Quedó   presentar a todos los personajes de La plaga, que de una ma-

 fuera de la competición porque su cuerpo no resistió, y es   nera u otra, combaten diariamente contra las plagas que los


 en él, fuerte pero vulnerable, donde se resalta la fragilidad   acechan. Todos son, de alguna forma, tenaces en el esfuerzo

 de esos cuerpos (144). El male bonding tradicional se retrata   de conseguir lo que desean y buscan. 

 en la ternura y el cariño entre ellos, como, por ejemplo, en   Además, se remarca constantemente la vulnerabilidad y la

 la escena donde van a una discoteca y Raül sonríe ante la in-  fortaleza de Rose, a la que se retrata en una serie de planos


 genua alegría de Iurie en la pista de baile, como un herma-  contrapicados que la enfocan de espalda, avanzando por el

 no mayor viendo disfrutar a su hermano menor (145). Es-  campo decidida, ganándole al calor y apropiándose de la so-

 tas muestras de cariño y solidaridad entre los personajes, en   ledad de ese espacio. Aquí la dureza del espacio que habita

 esta comunidad imaginada, explicita que son estos lazos los   es resistida por la tenacidad de Rose, en su camino diario a


 que protegen, y nadie se salva solo, especialmente no los in-  la residencia de personas mayores. Es un testimonio visual

 dividuos. Así, otra vez, se convierte en una alegoría a la vida   de la valentía y la fuerza de los inmigrantes, incluidos en la

 comunitaria, y al respeto por el espacio en el que se habita   comunidad que viven. 

 y a la naturaleza. 


 Nuevamente, se presenta esta periferia alejada de la idea

 de Barcelona como un espacio vacío, y donde priman los   El documental catalán contemporáneo y La plaga

 valores capitalistas de la economía. Aquí se recuerda aque-  Casimiro Torreiro, en su prólogo a Realidad y creación en

 llo que señalaba Pau Subirós en El productor accidental res-  el cine de no-ficción: el documental catalán contemporáneo


 pecto a los valores fraternales que primaban en Gallecs en   1995-2010, señala la creciente importancia de este género

 los años setenta (22). Este espacio no solo había resistido a   (7). El autor menciona el valor fundamental que tuvo para

 las nuevas edificaciones y planificaciones del periodo fran-  el género la televisión autonómica de TVC/TV3 de Catalu-

 quista, sino que se había convertido en un espacio identi-  ña. La televisión no solo se sirvió del formato que se está es-


 tario y un verdadero significante para los que lo habitaban.   tudiando, sino que también produjo numerosos filmes que

 Estos inmigrantes son individuos que no se retratan como   luego, al ser transmitidos de forma televisiva, lograron cap-






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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