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minación de la división de trabajo sexista”, “la maternidad   madre” hasta ampliar la conversación y el activismo sobre

 consciente y voluntaria” y “la socialización de toda labor   los cuidados. Herrero subraya las dificultades que se expe-

 doméstica y de la educación de los niños, además de la vi-  rimentan al intentar integrar las perspectivas ecofeministas


 gilancia de su implementación por toda la sociedad” (265-  en los movimientos sociales (“Feminism and Environmen-

 266).    talism” 134-136) e insiste en que es necesario lograrlo para

 Esta es la herencia feminista de la generación de Nancla-  cualquier cambio duradero. Su plataforma activista insiste

 res, quien indaga de manera punzante y política en los resul-  en el decrecimiento, la interdependencia, el reparto de ri-

 tados de los activismos de los años 70. Narra Silvia: “Está-  queza y la urgencia; es la interdependencia (“a condition


 bamos programadas para apurar y estirar nuestra juventud,   for the existence of humanity—in non-patriarchal societies

 para dejar la maternidad para ese momento en que la es-  implies that society as a whole must be responsible for wel-

 tabilidad laboral (qué quimera) y afectiva —otra quime-  fare and social reproduction. This forces us to change the

 ra— creara un suelo sobre el que soltar los huevos maduros”   notion of work, to reorganize people’s use of time and to


 (191). ‘Programadas’ implica una profunda inculcación so-  prioritize public services”) (“una condición para la existen-

 ciopolítica en esta generación de la Transición, mientras la   cia de la humanidad —que en las sociedades no patriarcales

 repetición de la palabra ‘quimera’ en la cita subraya la im-  la sociedad como ente completo tiene que ser responsable

 posibilidad de realizar los sueños, o las utopías, del movi-  por el bienestar y la reproducción social—. Esto exige que


 miento. El humor irónico de Nanclares se manifiesta en   cambiemos la noción del trabajo, para reorganizar el uso del

 la noción de los “huevos maduros” soltados, o liberados al   tiempo de la gente y para priorizar los servicios públicos”;

 mundo. Ella también hace esta serie de preguntas retóricas:   137) lo que más tiene que ver con la intersección entre el

 “¿Dónde estaba nuestra estabilidad económica, emocional,   feminismo, la economía y los cuidados. En un sentido esta


 qué sería de nuestra trayectoria laboral, de nuestro disfrutar   “novela autobiográfica” de Nanclares sirve como testimonio

 de la vida? Y por otra parte, ¿dónde estaban los hombres jó-  del fracaso vivido y como manifiesto para un futuro me-

 venes que quisieran tener y cuidar hijos?” (191). Esto apela   jor, subrayando de nuevo el vaivén entre el pragmatismo y

 a la llamada “maternidad intensiva” (Gimeno).  Hacer hin-  el optimismo.
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 capié en “tener y cuidar hijos” es reconocer otra vez, y en el   La trayectoria trazada por Nanclares, que va desde la en-

 contexto del hogar, la política de los cuidados, el hecho de   fermedad y muerte de su padre, el reconocimiento del de-

 que no se pueda responder plenamente a “quién quiere ser   seo de tener un hijo y la relación que desarrolla con Gabi y

         los procedimientos de fertilidad, plasma para el/la lector/a


         el vaivén íntimo entre el optimismo, la desilusión y la preo-
 14   Véase el artículo de Julia Cañero Ruiz sobre la “maternidad intensiva”

 en el que cita a Sharon Hays como la teórica que creó el término.  cupación socioeconómica de la precariedad laboral frente a





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 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
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