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por hogar, la reagudización de la doble jornada —ahora con autora hace hincapié en esta conciencia sobre lo que es vivir
frecuencia una triple o cuádruple jornada— y un aumento como feminista en una economía neoliberal (la inestabili-
en el número de hogares encabezados por mujeres”; “Femi- dad económica; el mercado laboral menos accesible para las
nism, Capitalism”, 110). Lo que describe Fraser en 2009 se mujeres; la vivienda; los bajos ingresos; la falta de “ayuda”
relaciona estrechamente con la indignación de Silvia al te- con los cuidados de niños y mayores; el mercado de la ferti-
ner que explicar repetidas veces lo que es y significa la “ma- lidad) y, a pesar de todo, seguir forjando relaciones afectivas
ternidad tardía”. Bruna Alvarez lo problematiza así: “Social que con frecuencia se traducen en más cuidados (sabiendo
pressure pushes couples to believe that they can only have de antemano que los cuidados siguen estando mayoritaria-
children at the ‘right time,’ defined by a perception of sta- mente en zona de mujeres). Arruzza, Bhattacharya y Fraser
bility (“Partner, income and housing,” Alvarez, 2013; Ma- declaran: “The waged work of profit-making could not ex-
rre, 2009). Considering inequalities in women’s labor mar- ist without the (mostly) unwaged work of people-making”
ket conditions in Spain and the price of housing (Marre, (“El trabajo asalariado de generar ganancias no podría existir
2009), the ‘right time to have children’ is more difficult to sin el trabajo (mayoritariamente) sin remuneración de crear
find” (Alvarez 2018). (“La presión social empuja a las pare- personas”; 70). Nanclares hace referencia a la Ley de Repro-
jas a creer que solo pueden tener hijos en el ‘momento justo’, ducción Asistida, diciendo que “no destaca por su flexibili-
definido por una percepción de establidad (pareja, ingresos y dad ni sus garantías, aunque sí se ha visto obligada a acoger
vivienda [Alvarez 2013 Marre, 2009]. Considerando las des- a mujeres ‘sin pareja masculina’ gracias a las batallas de unos
igualdades en las condiciones del mercado laboral para las cuantos bufetes de abogados feministas” (53). Critica otra
mujeres en España y el precio de la vivienda [Marre, 2009], vez esta ley limitada al decir más tarde:
el ‘momento justo’ es más difícil de encontrar”; 3501).
Una década más tarde, Fraser, con Cinzia Arruzza y Tithi
Bhattacharya, matiza la cuestión de los cuidados en Femi- Pasado un tiempo que consideres prudencial, o en caso de no te-
ner pareja, o que tu pareja sea una mujer, pídele a tu médico de
nism for the 99%. A Manifesto: “We fight to liberate sexual- cabecera que te derive a la unidad de reproducción asistida de tu
ity not only from procreation and normative family forms, comunidad. Si tienes más de cuarenta, tendrás que acudir a una
but also from the restrictions of gender, class, and race, and clínica privada. La Ley de Reproducción Asistida (LRA 2006)
from the deformations of statism and consumerism” (“Lu- deja fuera a aquellas mujeres mayores de cuarenta años. Esa es
chamos por liberar la sexualidad no solo de la procreación y solo una de sus múltiples fallas. (147)
de las formas familiares normativas, sino también de las res-
tricciones de género, clase y raza, y de las deformaciones del Nanclares, entonces, está viviendo las numerosas contra-
estatismo y del consumismo”; 39). Silvia Nanclares como dicciones trazadas por Arruzza, Bhattacharya y Fraser —el
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023