Page 245 - Revista5
P. 245

en su familia. Este último rechazo —en conjunción con el   sin ponerse en peligro y, por otro, la mera posibilidad de exis-

 hambre que sufre Okomo por no delatar a Marcelo— es lo   tir sin tener que exponerse a la violencia infligida en nombre

 que la impulsa a huir al bosque.   de la heteronormatividad reproductiva. La noción de “libera-


 En cuanto a sus amigas del “Club de la indecencia”, ya se   ción”, no obstante, sigue sin convencerme porque ese grupo

 conoce parte de la circunstancia de Pilar. Su padre, una vez   mantiene un vínculo vital con la sociedad y con la estructu-

 enterado de las relaciones homosexuales de su hija, la en-  ra heteropatriarcal y capitalista, ya que Linda sigue marchán-

 cierra en casa donde la viola hasta dejarla embarazada; ella   dose a la ciudad los fines de semana para ganar dinero como

 huye al bosque cuando el pueblo la rechaza porque creen   trabajadora sexual. La existencia de esta familia elegida es,


 que el embarazo es fruto de la brujería. En el caso de Lin-  entonces, afianzada y subvencionada por intercambios den-

 da, su padre, que tiene problemas con el juego, la había   tro de una economía capitalista, heteronormativa y racial y

 vendido a un hombre para anular una deuda. Ese hombre   sexualmente jerarquizada; este hecho, para mí, imposibilita

 maltrata a Linda, y ella se fuga al bosque para escapar de la   cualquier interpretación emancipatoria.


 violencia. Dina fue víctima del sistema del nsoa. Como su   Aunque no me parece apropiado leer la huida al bosque

 hermana mayor falleció muy pronto después de casarse, el   como una suerte de liberación, es, sin duda, una historia de

 viudo pidió que la familia le entregara otra hija, para “cum-  resistencia, redención y recuperación que no se parece a la

 plir con la tradición” ya que “el mercado de mujeres estaba   negación total de un futuro que Edelman concibe. Por mi


 en alza” y él no puede permitirse el pago de otra dote (104).   lectura, la formación de la familia queer en el bosque cons-

 En algún momento, ella logra escaparse del matrimonio no   tituye un escape que posibilita la imaginación de un futu-

 deseado y se va a casa de Marcelo. De este modo se ve que   ro alternativo. Como respuesta a la opresión violenta de la

 cada miembro de la familia queer del bosque llegó a ese re-  repro-narrativa heteronormativa, esta pequeña comunidad


 fugio por cuestiones de precariedad material, por violencia   forestal crea su propia narrativa de supervivencia queer. Es

 provocada por la heteronormatividad reproductiva y, sobre   una declaración de que la existencia queer continúa, y que

 todo, para sobrevivir.   persiste a pesar de la persecución y la precariedad. Es una

 Tomando en cuenta las circunstancias de cada uno de los   llamada a la acción a las personas queer y a sus aliadxs, que


 refugiados del bosque, me parece más adecuado hablar de su   sigamos reclamando la justicia y que exijamos la posibili-

 estado de ser en términos que van más allá de la mera ‘libera-  dad de una existencia sin miedo, sin peligro y sin precarie-

 ción’ y que señalan la tenacidad, la resiliencia y la persistencia   dad —sin la necesidad de refugios salvavidas alejados de la

 —en esencia, la supervivencia a pesar de la precariedad—. Lo   sociedad—.


 que encuentran los miembros de esta familia queer en el bos-  Habiendo reflexionado sobre múltiples y diversos ejem-

 que es, por un lado, la oportunidad de amar a quienes aman   plos de la (no) maternidad y modelos de parentesco queer






 244                                                                                                          245
 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
   240   241   242   243   244   245   246   247   248   249   250