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intensificación de la de vulnerabilidad por la depresión eco- bólicos la percepción del acontecimiento y legitiman, sino

nómica, las representaciones ficcionales fomenten la ima- imponen, desplazamientos en las formas de producción

gen de una sociedad a la intemperie frente a la catástrofe (o subjetiva desencadenados por la emergencia, en este caso,

que en los años de hiperdesarrollo y neoliberalización de las militarizando a la sociedad civil, con todo lo que eso con-

formas de vida, las empresas sustituyeran en la imaginación lleva. Observando fenómenos como este, es de prever que

a los gobiernos). La situación actual, sin embargo, parte de la representación distópica de la pandemia contenga de por

premisas similares pero ofrece nuevos matices: la llegada de sí principios diferenciales que al compararse con esas otras

otra crisis (que integra la emergencia sanitaria con el pa- evocaciones distópicas recientes nos hablen de profundas

rón económico) se combina con la repentina reificación del transformaciones, retornos e interferencias históricas.

poder de los Estados, que reivindican abruptamente su so- Si la distopía neoliberal se caracteriza por un confina-

beranía tras un largo periodo de vilipendio crítico, hasta el miento fruto de la alienación y la disolución de los víncu-

punto de que para no pocos habían perdido su rol de regu- los de intersubjetivos, la de la crisis, según Palardy, se cen-

ladores políticos por su subordinación a los regímenes del tra en la instalación generalizada de la precariedad laboral

capitalismo. Como explica Díaz Hernández en un artículo y el desvanecimiento de los símbolos de la acumulación de

para La Vorágine: riqueza. Esto es, la imagen de los megalómanos proyectos

inmobiliarios que quedan sin valor de uso tras la explosión

la vertiginosa implementación de medidas disciplinarias, la rá- de la burbuja. En su análisis de la película Sueñan los an-

pida renuncia de derechos fundamentales sostenida en el temor droides (Ion de Sosa), la autora explica cómo la escenifica-

de la ciudadanía, el proceso de sitiado y confinamiento de re- ción de algunos de estos edificios en su estadio actual “emp-
giones específicas, así como el cierre de las fronteras, muestra ties them of their symbolic capital, as they seem lifeless and

que las estructuras soberanas de los poderes de los Estados se

encuentran siempre adormecidas, únicamente esperando a que purposeless” (“los vacía de su capital simbólico, ya que pa-
las condiciones contextuales requieran la alternancia, activación recen sin vida y sin propósito”; 125). La fantasmagoría de

y ejecución de sus mecanismos. los edificios vacíos (junto con aeropuertos, barrios subur-

biales y otros desiertos urbanos fruto de la especulación)

Esta súbita recentralización del poder en los Estados se que ha sido uno de los grandes símbolos activados duran-

acompaña, en el caso español, de una retórica militar para te la crisis y reclamo de los movimientos anticrisis (Labra-

representar las estrategias de contención de la pandemia. dor), podría remitir hoy al desalojo de localidades de todo

Es presumible, y de ello han alertado muchas expertas, que el mundo durante los confinamientos forzosos, como dos

esta constelación metafórica tenga efectos más allá del dis- formas diferentes pero especulares de vaciamiento del espa-

curso, puesto que condicionan mediante mecanismos sim- cio público y privación de los recursos comunes (la calle, la

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Revist a de alces XXI Número 4 , 2019-2020