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(Museo Reina Sofía, por ejemplo). Tal colaboración se con- de la Universidad Nómada reside en el hecho de surgir, por
cibe en un modo táctico: frente al estado, estos grupos se así decir, desde el otro lado: si la actividad del Observatorio
proponen como agentes capaces de desarrollar contenidos Metropolitano se basa principalmente en la producción y
(cursos, seminarios, actividades) de manera independiente, sistematización de conocimiento desde los movimientos, la
que después plantean a las instituciones estatales. Se trata de Universidad Nómada parte de la pregunta por cómo ope-
una exploración en formas de intervención que no caigan rar una fuga desde la institución universitaria hacia los mo-
en la habitual dicotomía de dependencia (vía subvención) vimientos. Activa desde principios de los 2000, la Univer-
o de marginalización. En ese sentido, se trata de colabora- sidad Nómada ha realizado numerosos cursos y seminarios
ciones concebidas como procesos de negociación constante, de corte fundamentalmente académico, pero introducien-
no exento de tensiones y dificultades: la valoración positi- do al mismo tiempo importantes variaciones y modulacio-
va de los gestos de apertura institucional, y de las posibili- nes en el formato y los contenidos. La Universidad Nómada
dades que esa apertura conlleva, se combina con una con- venía a formalizar la posibilidad de operar con una cobertu-
ciencia de la complejidad de esos procesos, dependiente del ra institucional (la Universidad Nómada consta como una
establecimiento de un “campo de mediación” capaz de pro- asociación cultural) que proponía y ofrecía servicios (la or-
ducir una interlocución directa entre instituciones y pro- ganización de cursos) a la institución universitaria, mante-
ductores culturales, de manera que, sorteando figuras como niendo al mismo tiempo una independencia en las labores
el experto, el comisario o el curador, es el colectivo el que de selección y elaboración de contenidos. En otras palabras,
opera como productor directo de contenidos, a veces como podría decirse que la Universidad Nómada venía a nombrar
intermediario entre productores y públicos. En último tér- un tipo de agencia destinado a alimentar y responder una
mino, y aunque como decíamos, se valoran positivamente agenda de intereses, preocupaciones o necesidades prove-
los esfuerzos de apertura de las instituciones, también se lo- nientes de los movimientos sociales, reclamando al mismo
calizan las contradicciones internas a las mismas: aunque las tiempo el uso de recursos públicos de las instituciones esta-
instituciones ofrecen efectivamente recursos e infraestruc- tales (universidades, museos, centros culturales). La tensión
turas, su gestión no responde completamente a parámetros productiva entre formatos académicos y activistas se tradu-
democráticos. La institución invita a menudo a la entrada y cía en la adaptación de la discusión de diferentes cuerpos
participación de los productores culturales, pero no ofrece de discursos teóricos (provengan del marxismo, de la teo-
posibilidades de discusión y decisión acerca del marco, de la ría poscolonial, del feminismo, etc.) a los debates, agendas
agenda en que esas colaboraciones se producen. (Entrevista y necesidades de la coyuntura política. De acuerdo a esa ex-
Traficantes de Sueños). perimentación en los formatos y finalidades de la discusión
De esa tensión entre instituciones y movimientos surgen académica, la invitación a prestigiosos académicos interna-
proyectos como la Universidad Nómada. La particularidad cionales (David Harvey, Mike Davis, Giovanni Arrighi, Yan
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017
