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Distribución de conocimiento En otras palabras, la autoformación sirve no solo para la
difusión de un conocimiento o un saber preconfigurados,
El siguiente paso es la difusión y distribución del conoci- sino como proceso mismo de politización. El énfasis pro-
miento. Por supuesto, la red de centros sociales y librerías gramático en la autoformación se suma a una constatación
provee de espacios para una difusión más o menos con- de la crisis de las instituciones académicas como espacios
vencional (presentaciones de libros, eventos). Sin embargo, completamente alejados de las luchas sociales y cuyo cono-
también ha habido en este sentido ciertos márgenes de ex- cimiento resulta inservible para los espacios activistas. Al
perimentación en torno a las prácticas de autoformación, mismo tiempo, el progresivo estrechamiento de lenguajes
principalmente mediante el espacio de Nociones Comunes. y modos de producción de conocimiento en la institución
De nuevo, la distribución de conocimiento no consistiría (o universitaria, mediante mecanismos de precarización, des-
no únicamente) en una simple transmisión del objeto del valorización, explotación o simplemente expulsión, estaba
saber de un sujeto a otro. Frente al carácter universalizan- dejando de lado o al margen muchas capacidades y recur-
te del conocimiento institucionalizado, espacios como No- sos personales. (Entrevista Traficantes de Sueños). El espa-
ciones Comunes pretenden anclar esa producción en pro- cio de Nociones Comunes pretendía por tanto dar un lugar
cesos concretos. El espacio del curso no es por tanto un fin para el desarrollo de esas capacidades, abrir un espacio de
en sí mismo, caracterizado bien por una difusión de cono- uso, de puesta en práctica de ese conocimiento en un con-
cimiento (de un experto a un público) o de un intercam- texto diferente al de la institución, y hacer todo ello a través
bio del mismo entre expertos que se agota una vez que esa de la búsqueda de otros modelos didácticos, al mismo tiem-
transmisión se ha producido. La lógica que se intenta pro- po que se abarcaban temáticas como feminismos, cuestio-
ducir es, por el contrario, la de una multiplicación produc- nes de poscolonialidad, subculturas urbanas, urbanismo, en
tiva. En este sentido, los cursos se conciben como un pun- muchos casos ausentes o prácticamente inexistentes en los
to de partida de procesos que, de manera más sostenida en programas de los departamentos universitarios españoles.
el tiempo, den lugar a posteriores unidades de autoforma- Sin embargo, la distribución de conocimientos también
ción y colectivos de investigación operativos en diferentes se ha desarrollado a través de formas más ligadas a lo ins-
contextos, y que trabajen en torno a cuestiones concretas. titucional. Muchos de estos colectivos han abierto en oca-
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siones instancias de colaboración con instituciones estatales
12 Estas implicaciones metodológicas se han visto reforzadas a partir de
2013 con la implementación de una plataforma digital que aloja los
contenidos de los diferentes cursos, sirve como espacio de difusión de Málaga y Sevilla. Lo interesante es cómo el proyecto intenta articularse
materiales, e intenta proveer de tutorías y herramientas que permitan con las problemáticas y capacidades de cada uno de los nodos. Se inten-
prolongar procesos de aprendizaje (y de producción) más allá de la du- ta por esa razón combinar el uso común de recursos y contactos con su
ración de los cursos. La iniciativa de Nociones Comunes se ha extendi- adaptación a las preocupaciones específicas que los grupos de cada ciu-
do hasta el 2013 a otras ciudades como Pamplona, Zaragoza, Barcelona, dad decidan explorar. V. <http://traficantes.net/nociones-comunes>
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017