Page 511 - Revista3
P. 511
cha omisión resulta difícil de justificar: España despliega nificarían una oportunidad para que la cultura española se
una huella ecológica que supera por tres su biocapacidad, convirtiera en un “instrumento de intermediación global”
está siendo drásticamente afectada por el cambio climático (66-67). Abellán, a diferencia de Labanyi, parece celebrar
y ha sufrido unas transformaciones ecológicas radicales en la globalización al ignorar sus facetas neocoloniales y neo-
las últimas décadas. Si bien muchas contribuciones dentro liberales. La asunción de Abellán de que el Estado nación
del volumen se muestran críticas con la globalización neoli- está en crisis debido a la globalización es ya un mantra po-
beral, ninguna abunda en los retos culturales de una de sus pular que se suele repetir hasta la saciedad sin entrar en de-
consecuencias más cruciales: la peligrosa alteración de todos talles, pero que no deja de ser cuestionable si se analiza con
los sistemas (químicos, físicos, biológicos) del planeta. Es profundidad. De hecho, sería mucho más apropiado dejar
un hecho que provoca que la continuación cultural, econó- de hablar de crisis para hablar de un cambio en las funcio-
mica y política de la globalización neoliberal resulte en una nes del Estado nación promovido por la globalización de la
imposibilidad biofísica a medio plazo. ideología neoliberal. La nueva función del Estado nación,
La primera sección, las nuevas coordenadas, es la más teó- según la racionalidad neoliberal, sería facilitar la competi-
rica. Los tres ensayos que la componen exploran las múlti- tividad global y el crecimiento económico y no tanto ve-
ples implicaciones de repensar algunos aspectos culturales lar por el bienestar de sus ciudadanos. El estado adopta así
españoles en el marco de la globalización. Jo Labanyi, en las funciones de una tecnocracia corporativa y la nación se
“Globalización, cosmopolitismo y traducción cultural,” su- transforma en una granja de crecimiento económico, como
giere que “los términos ‘cosmopolitismo’ y ‘traducción cul- han señalado convincentemente muchos teóricos críticos
tural’ pueden ser más útiles que ‘globalización’ a la hora de (Wendy Brown, William Connolly, etc.). El último ensa-
pensar sobre los procesos globales que conectan a España yo de esta sección, “Isegoría: conflicto político y prensa en
con el mundo” (35). La razón principal es que dichos térmi- España (2004-2011),” corre a cargo de Antonio Elorza. En
nos capturan mejor el carácter interactivo y relacional de las él se hace un repaso de la manipulación de la información
recientes transformaciones culturales e identitarias y supo- política en España durante los años señalados en el título.
nen un correctivo postdesarrollista y postcolonial a “la car- El autor se enfoca en eventos políticos significativos y en el
ga ideológica negativa que tiene la ‘globalización’ en cuanto modo en que los grandes periódicos nacionales fragmentan,
formación centro-periferia que reproduce las relaciones de descontextualizan, alteran u omiten detalles relevantes para
poder unidireccionales del imperialismo” (42). El ensayo de adecuar la información a intereses partidistas y/o financie-
José Luis Abellán, “España en el siglo XXI: hacia una cul- ros. Elorza afirma que el “paso de la prensa escrita a la pren-
tura de la intermediación global,” supone una aportación sa online no resuelve el problema de la manipulación de las
brevísima pero bastante problemática al sostener que la ex- informaciones” (101). Sería interesante expandir el análisis
pansión de la globalización y la crisis del Estado nación sig- hasta el presente para estudiar si eldiario.es supone una ex-
510 511
Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017