Page 50 - Revista3
P. 50
circuitos sostenidos. Este tipo de producción puede ayudar Así, la producción intelectual en espacios de movimiento
a redefinir el campo y los límites de la producción cultural. resulta ante todo un “conocimiento situado” (Haraway) in-
¿Podría hablarse de un modo de producción cultural alter- separable de los sujetos y comunidades participantes, y de
nativo? Más allá del hecho evidente de que esta producción los usos de esos saberes y conocimientos en contextos espa-
de conocimientos y saberes se lleva a cabo en espacios ob- ciales y temporales situados.
viamente diferentes al mundo académico, los propios pro- La Fundación de los Comunes, creada en 2010, sirve
cesos de producción, difusión/distribución y consumo de como espacio de articulación de muchas de estas prácti-
estos conocimientos están informados por toda una serie cas y circuitos. En torno a ella se agrupan centros socia-
de prácticas, conceptos y recursos que apuntan a una lógi- les como Patio Maravillas (Madrid), Ateneu Candela (Te-
ca de producción fundamentalmente diferente de la habi- rrassa) o La Casa Invisible (Málaga); proyectos de difusión
tual. ¿Cuáles son los elementos de ese modo de producción? cultural como Traficantes de Sueños (Madrid), la Pantera
En primer lugar, es preciso señalar la distinción conceptual Rossa (Zaragoza), la Hormiga Atómica (Pamplona); y co-
entre conocimiento y saberes, en la que el primero vendría lectivos de investigación militante y espacios de autoforma-
a nombrar aquellas formas de producción intelectual más ción como Observatorio Metropolitano (Madrid, Barcelo-
cercanas (aunque no siempre totalmente asimilables) al ám-
bito académico, mientras los segundos se componen de ca- el orden metodológico no alude a un “¿cómo?” hacer la investigación
pacidades, memorias, aprendizajes más ligados a un plano (esa pregunta corresponde al orden tecnológico), sino a un “¿por qué?”
práctico, experiencial y concreto. y un “¿para qué?”. El uso de unos métodos u otros de investigación, o
Lo importante, sin embargo, es pensar esta distinción no la combinación de métodos de diversa procedencia, en grado variable,
se establece de acuerdo a los objetivos, finalidades y necesidades de los
como oposición excluyente sino como tensión productiva. sujetos implicados en el proceso de investigación. El establecimiento de
No se trata, por tanto, de un rechazo frontal y absoluto esos objetivos comunica el orden metodológico con el epistemológico
del conocimiento académico (teórico) frente a un enfoque (el “¿para quién?” de la investigación). Por un lado, las relaciones (de po-
exclusivo en saberes prácticos. La oposición teoría/prácti- der, igualdad, etc.) que el proceso de investigación establece entre los su-
jetos participantes en el proceso mismo y, por otro lado, el hecho de que
ca (por lo demás falsa, ya que no todo conocimiento aca- el conocimiento producido en el proceso sea derivado hacia esos mismos
démico es teórico por definición, ni todo saber carecería de sujetos, o hacia una instancia externa (es decir, una universidad, una em-
productividad teórica) es repensada en una articulación de presa), son factores que determinan la construcción misma del proceso,
ambos elementos en un contexto de producción diferente. 7 de sus resultados, y de los posteriores usos y lecturas que se hagan de los
mismos. En otras palabras: desde su diseño mismo, una investigación
realizada por sujetos ligados a una institución (académica, estatal, em-
presarial) y otra llevada a cabo desde contextos de movimiento, aunque
7 El sociólogo Jesús Ibáñez apuntaba a este tipo de articulación en su puedan compartir el uso de herramientas conceptuales, analíticas, etc.
explicación de los tres órdenes de la investigación social: el tecnológi- similares, construyen la realidad social, y usan tal construcción, en for-
co, el metodológico y el epistemológico. Para Ibáñez, la pregunta por mas sumamente divergentes, cuando no enfrentadas (Ibáñez 57-63).
50 51
Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017