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tudiosos de la cultura profundizan en el estudio de un ám- terminadas decisiones o intervenciones del poder político
bito reducido de lo cultural (la producción artística, o una y económico, sino también —y sobre todo— como áreas
textualidad cultural más o menos amplia) mientras toman de experimentación, reconfiguración y producción sociales.
“face value” un concepto de los movimientos sociales que, En ese trabajo de producción social, los movimientos dan
en buena medida, ha dejado de servir a los especialistas en lugar a espacios, formas de organización y sociabilidad, ha-
los mismos. Pero más allá de una disquisición disciplinar bitus. Todos ellos son aspectos que pueden entenderse des-
entre especialistas de diferentes dominios del conocimien- de un prisma cultural. Pero además, los movimientos lle-
to, se trata de pensar en cómo las formas de producción de van a cabo ciertas prácticas de producción y distribución
significados nos ayudan a pensar el carácter y la profundi- de conocimiento y saberes. Dentro de su producción social,
dad del cambio social, las tensiones entre lo existente y lo los movimientos habilitan la producción de discursos, len-
posible. guajes, conceptos, significados, materiales, capaces de pre-
Este trabajo trata de proponer una construcción teóri- sentar otras representaciones de lo social y lo político. Por
ca de los movimientos fundamentalmente como procesos supuesto, esta producción toma muchas formas diferen-
culturales, en un sentido amplio. Esto no implica necesa- tes, de acuerdo a la escala del movimiento, los participan-
riamente rechazar las contribuciones existentes, sino sobre tes, etc. En ocasiones, se trata de una producción difusa,
todo ensayar una conceptualización que permita, por un espontánea. Podemos pensar, por ejemplo, en la difusión
lado, insertar la emergencia de movimientos en una secuen- de links, gráficos y vídeos por redes sociales en momentos
cia histórica amplia, capaz de hacerlos legibles dentro de como el inicio del 15M. En otras ocasiones —y, es impor-
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una historia mayor, más allá de leerlos como episodios aisla- tante señalar, durante fases no necesariamente explosivas o
dos o extraordinarios. Al mismo tiempo, se trataría de pen- espectaculares de movilización— la producción, difusión y
sar cómo los movimientos no solo producen cierta serie de discusión cognitivas se mantienen a través de prácticas y
productos culturales, sino que sirven como vehículos a tra-
vés de los cuales se procesan modificaciones estructurales 6 De ahí parten iniciativas como Bookcamping <http://bookcamping.
del campo cultural en una formación social. cc/>, un repositorio de textos y materiales, sobre todo de carácter divul-
¿Cómo se configuran estos movimientos? ¿Cómo se pro- gativo, surgido al calor de la acampada de Sol en mayo de 2011 (v. Mo-
duce su impacto en la producción cultural? ¿De qué mane- reno-Caballud Cultures). Pero más allá de iniciativas concretas, pode-
ras dan lugar los movimientos a prácticas y productos cultu- mos pensar en la difusión continua de materiales de todo tipo: viñetas
(El Roto, Manel Fondevila), vídeos de animación como Españistán, de
rales? De acuerdo a la conceptualización que apuntábamos Aleix Saló (2011), memes de todo tipo, etc. y que resultan fundamenta-
más arriba, los movimientos resultan en espacios o planos les en la formación de narrativas colectivas (¿Cómo hemos llegado hasta
de interpretación de transformaciones sociales en curso. No aquí? ¿En qué consiste la crisis?), sobre todo entre aquellos sectores de
solo, como veíamos, como pura reacción o protesta a de- población no directamente ligados a las acampadas, pero simpatizantes
con éstas.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017