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los grandes mitos adoptados por la humanidad durante esta   incansables del decrecimiento— también aparecen en am-

 época: la patológica y arrogante noción lineal de “progreso”   bas obras. Asimismo, algunos de los colaboradores de los úl-

 que celebra una expansión material que destruye las condi-  timos tres proyectos culturales firmaron el manifiesto. Tan-

 ciones para la supervivencia humana, la creencia de que no   to el documental como la novela gráfica revelan una estética

 existe ninguna alternativa frente a una cultura económica   fragmentada que, sin embargo, no produce una fluctuación

 basada en la acumulación de capital y el crecimiento cons-  caótica de la atención sino que, al contrario, sirve a modo

 tante que pone a los humanos y a los no-humanos a su ser-  de recordatorio constante y recurrente de la crisis sistémica


 vicio, y la idea de que las personas, dada su naturaleza, no   contemplada desde diversas perspectivas. Sus estéticas frag-

 pueden hacer nada para alterar esta locura colectiva. El ca-  mentadas se unifican y se enmarcan a través de una crítica

 pítulo cinco revela el modo en el que los humanos desperdi-  explícita y concisa a los aspectos negativos socio-ambientales

 cian su creatividad, su innovación tecnológica y su energía   de una cultura económica adicta al crecimiento. Aunque las

 narrativa para consolidar los mitos mencionados (publici-  últimas tres expresiones culturales destacadas en este ensayo

 dad, medios corporativos espectaculares, discursos neolibe-  despliegan una parodia de la cultura de masas consumista al

 rales, usos tecnológicos superfluos). El capítulo seis trata so-  visibilizar algunos de los elementos típicos de dicha cultura,


 bre la violencia sistémica y estructural desplegada contra la   a ninguna de ellas se le puede acusar de parodiar y perpe-

 comunidad biótica (humanos y no-humanos) con el fin de   tuar simultáneamente el imaginario dominante, como sue-

 mantener las dinámicas absurdas y catastróficas del imagi-  len hacer algunas manifestaciones culturales posmodernas.

 nario dominante. El siguiente capítulo señala la naturaleza   Esto se debe a que no se detienen en la parodia, sino que ar-

 jerárquica del sistema y las desigualdades que perpetúa. En   ticulan explícitamente los problemas sistémicos y sugieren

 el capítulo ocho, el alienígena se pregunta si los humanos   alternativas al modelo hegemónico. Contribuyen, en otras

 terminaron por cambiar de dirección o si continuaron su   palabras, a descolonizar el imaginario dominante y a esti-

 inercia y, por tanto, sufrieron un colapso dramático. El ca-  mular una reacción militante y activista. En otras palabras,

 pítulo nueve revela las posibles alternativas para crear una   estas manifestaciones culturales participan en la creación de


 sociedad del decrecimiento socialmente deseable y ecológi-  imaginarios contrahegemónicos. Todas exponen las “grow-

 camente viable.  ing gaps and dislocations between the demands neoliber-

 Existen algunas coincidencias entre las manifestacio-  alism makes upon several human activities and nonhuman

 nes culturales que se discuten en este ensayo —más allá de   fields and the capacities of both to meet them” (“brechas y

 sus obvias inquietudes socioecológicas y de su predisposi-  dislocaciones crecientes que existen entre las exigencias que

 ción hacia el decrecimiento—. Por ejemplo, Miguel Brieva   el neoliberalismo impone sobre ciertas actividades humanas

 también colabora en el documental Sobre ruedas, y Jorge   y campos no-humanos y la capacidad de estos para satisfa-


 Riechmann y Ramón Fernández Durán —dos promotores   cer dichas exigencias”; Connolly 10) y, al hacerlo, hacen vi-






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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