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teraria es la vuelta hacia el pasado como en los casos de Re-
cóndita armonía de Marina Mayoral y Mujeres de negro de
Josefina Aldecoa, las cuales representan el Bildungsroman
reminiscente; las escritoras contextualizan sus narrativas en
la dictadura para reescribir la subjetividad femenina en tér-
minos contemporáneos. Es decir, que el propósito de Ma-
yoral y Aldecoa no es ser fieles a la historia, sino proyectar
personajes femeninos liberados en el pasado histórico. Ma-
yoral es conocida por sus estudios sobre escritoras gallegas
(por ejemplo, Rosalía de Castro y Pardo Bazán), y justifica
la independencia de su protagonista Helena en Recóndita
armonía como un rasgo de la cultura gallega. La experiencia
de Helena es más parecida a la de los personajes masculinos
en Bildungsromane tradicionales porque no se enfrenta con
ningún obstáculo, y para Bezhanova, la ausencia de conflic-
to produce una narrativa menos rica que novelas anteriores
que las escritas durante el franquismo. Helena, igual que la
protagonista de Mujeres de negro, explora su sexualidad sin
preocupación, demostrando a los lectores cómo ha cambia-
do el Bildungsroman femenino en los años noventa del pa-
sado siglo. Parece que este contraste es la razón por la que
Bezhanova incluye estos textos en su estudio; además de
que se trata de una narrativa que carece de obstáculos, los
personajes no exhiben un nivel de autoconocimiento como
los de novelas escritas durante el franquismo.
Por último, tenemos el Bildungsroman colectivo repre-
sentado por Okupada de Care Santos y Tiernos y traidores
de Susana Fortes, dos novelas que tienen varios narrado-
res, tanto femeninos como masculinos, que contribuyen a
la narración compartida. El Bildungsroman colectivo reve-
la los vestigios de la ideología patriarcal porque a pesar de
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creerse modernos, los personajes, tanto las mujeres como
los hombres, perpetúan actitudes elitistas y sexistas. Santos
basa su novela en un evento real, cuando un grupo de jóve-
nes se hizo squatters en un edificio abandonado. Aunque es-
criben palabras con la letra k para rebelarse contra la tradi-
ción, incluso contra el castellano, son culpables de preservar
ideas raciales y homofóbicas a pesar de sus intentos de de-
mostrar lo contrario. En Tiernos y traidores, Fortes crea tres
personajes (Byron, Martín e Inés) que contemplan su sub-
jetividad, pero sólo es el personaje femenino el que demues-
tra que se ha alcanzado un grado de maduración. Como
Alma en Okupada, Inés domina la narración y en varios ca-
sos los personajes masculinos no tienen la misma oportuni-
dad para expresarse. Para Bezhanova, Alma e Inés represen-
tan la misma fortaleza que los personajes independientes en
novelas decimonónicas, pero no necesitan sacrificar sus vi-
das profesionales; encuentran un equilibrio entre el mundo
laboral y el mundo privado. El Bildungsroman colectivo, de
acuerdo con Bezhanova, representa una nueva tendencia en
la narrativa española que asegurará su importancia para fu-
turas generaciones.
Este estudio de Bezhanova es muy recomendable tanto
para académicos como para estudiantes, y los términos di-
ferentes que crea la autora serán útiles para futuros estudios
de la narrativa contemporánea española. Bezhanova ha rea-
lizado un estudio comparativo muy ambicioso que transmi-
te al lector cómo las escritoras españolas han aprovechado
la literatura para expresar los retos experimentados por las
mujeres en los siglos diecinueve y veinte.
Debra J. Ochoa
Trinity University
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Número 2 , 2014-2015