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moda (2012) o por Mario Vargas Llosa en La civilización del   siste el cambio de paradigma, deberíamos preguntarnos si

 espectáculo (2012). Sin embargo, como también se me an-  las TIC van a cambiar nuestra forma de ligar e incluso de

 tojan convincentes las razones de Eloy Fernández Porta en   hacer el amor.

 Homo Sampler. Tiempo y consumo en la Era Afterpop (2008),

 de Jordi Gracia en El intelectual melancólico (2011) o de Da-  Cuatro

 niel Cassany en su En_línea. Leer y escribir en la red (2012),   El sexo es el segundo asunto que más nos preocupa, pues

 ya no sé quiénes son más apocalípticos que otros, pues ad-  —como todo el mundo sabe— el fútbol se encuentra en


 vierto un regodeo cachito sádico a la hora de certificar la   primerísimo lugar. Qué trascendente será el fútbol, que allí

 defunción del papel, las librerías, las bibliotecas y el acto   los buenos son los apocalípticos y los villanos los integra-

 mismo de escribir cualquier línea que no sea “en línea”, oxí-  dos, partidarios de corromper la naturaleza viril y especta-

 moron tan curioso como “bomba inteligente” o “carpinte-  cular del balompié incorporando cámaras “ojo de halcón”,

 ría metálica”.  microchips en las pelotas, chimpunes con censores de ADN

         capilar y células fotoeléctricas en las camisetas. Todas esas

 Tres    modernidades alterarían la esencia de la competición, ase-


 Si fuera cierto que la red, las nuevas tecnologías y los re-  guran los apocalípticos balompédicos, porque el fútbol es

 cursos digitales que el ciberespacio pone a disposición de   contacto, polémica y compensación. Pero el sexo también

 los usuarios están cambiando nuestra forma de leer y es-  acapara buena parte de nuestras energías, pensamientos y

 cribir, nuestra manera de almacenar y memorizar informa-  espacios publicitarios, como podría comprobarlo cualquie-

 ción, nuestro concepto de los derechos de propiedad y hasta   ra que revise los carísimos anuncios que salen todos los días

 nuestra relación con los objetos físicos y tangibles del mun-  en las primeras planas de los principales periódicos españo-

 do material, me pregunto si podríamos extrapolar nuestros   les, donde podemos leer: “Sexo es vida”, “Reconquista tu

 temores y entusiasmos lingüísticos a otras esferas de la vida   vida sexual” o el más explícito: “¿Problemas de eyaculación

 cotidiana con los mismos resultados. A nivel hipotecario   precoz?”. ¿Quién no ha oído en los programas de máxima


 constato que es verdad, porque el espacio que creía que era   audiencia de la radio aquel slogan que los parados deberían

 mi casa en realidad le pertenece al banco, ya que nunca tuve   repetir como si fuera un mantra? “Si tu vida sexual va bien,

 virtualmente en mis manos el dinero real con el que pensa-  ¡lo demás no importa!”. Creo que para que todo el mun-

 ba que la había adquirido. Pero la economía no es un ejem-  do pueda tener una vida sexual plena y potente urge un

 plo seguro, porque ni los expertos las tienen todas consigo   cambio de paradigma que incorpore las nuevas tecnologías,

 a la hora de explicar por qué sube la prima de riesgo, qué   pues lo que natura no da ningún Medical Group lo presta

 cosa es un tipo de interés y cómo trabaja una agencia de ca-  y más vale tener un montón de sexo con TICs que nada de


 lificación. No, para que el personal comprenda en qué con-  sexo y un montón de tics.






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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