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El ícono de unión que enlaza el tiempo histórico de los En 1966 Moritz se fusiona con la cervecera belga La-
marxismos de los sesenta con el independentismo actual es mot, que había montado una gran planta en Parets, y
la estrella roja de la marca de cerveza que patrocina el pro- crean Cervezas Barcelona. Moritz tiene mayoría pero
acabará vendiendo su participación a Banca Catalana
grama, Moritz, vinculada con el proceso catalán. Y es pre- en el 75. ¿Qué ocurrió? La Lamot llegó a Barcelona de
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cisamente el uso que el programa hace de ese ícono, lo que la mano de Josep Andreu Abelló, que fue presidente del
de forma genial e inesperada des/vela su desestabilizadora y Tribunal de Casació de Catalunya, se exiló tras la guerra
desestabilizante vis cómica. Porque al fin y al cabo, aunque (era de ERC y luego fue fundador del PSC-Congrés) y
Polònia nazca y madure como un programa televisivo me- regresó a Barcelona con un capital hecho como director
diáticamente ligado a los modos tecnológicos de las últimas en Tánger de un banco francés. Y el socio financiero de
Lamot —Andreu era consejero— fue Banca Catalana.
décadas del siglo veinte, el mundo real no lo está ya. Y el Las cosas fueron bien porque el mercado crecía con el
programa, con su audiencia, lo sabe y lo asume. Los coque- desarrollo y el turismo, pero la Lamot acabó marchan-
teos de Moritz con el nacionalismo catalán vienen de lejos do. Su producto no tenía acogida y hubo fricciones con
y explican su afinidad con Polònia, de la que se hace marca la banca. Luego vino la crisis del 73, la bajada del consu-
emblema. Y con ella, la des-diferenciación económico-po- mo y los Roehrick vendieron. En 1978, antes de la cri-
sis de Banca Catalana, la empresa Cervezas de Barcelona
lítica de nuestro momento neoliberal global salta a la pales- cerró. Los Roehrick fueron a la subasta de liquidación.
tra. 37 Querían poseer la marca para resucitarla. Y lo hicieron
Tal como cuenta el periodista Joan Tapia, 26 años después.
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Como apunta Xavier Domènech, “las grandes corpora-
36 La historia de Moritz está atractivamente detallada en la web en ciones financieras e industriales, por mucho o poco cata-
“Una historia de las cerveceras españolas,” http://botellasserigrafiadas. lanas que sean” juegan un papel nada menor en el proceso
blogspot.com/2011/11/cervezas-moritz-la-resurreccion-de-una.html hacia una posible independencia de Catalunya (290). No
También se ofrece en simpáticos dibujos, en la web de la empresa, a tí-
tulo promocional. No incluye su vinculación con Lamot ni con la Ban- deja de ser sorprendente, indica, que “precisamente ahora,
ca Catalana entre los sesenta y setenta. http://moritz.com/ca/seccio/fi- cuando estamos viviendo un proceso global de imposición
tes-historiques de los grandes poderes económicos, por encima de cual-
37 Para un excelente estudio del recorrido político-cultural de la Catalu-
nya contemporánea, ver El llarg procès de Jordi Amat. Amat nos recuer-
da allí que el movimiento soberanista basado en el ideario soberanista de rra civil, la expropiación y, más tarde, un lento resurgir, pues el nivel de
Pujol pudo pasar a la acción a través de un banco (288-289). ventas no se recuperó hasta 1947. Durante los 50 y los 60 Moritz vivió
años de expansión porque el consumo iba subiendo. Y el crecimiento es
38 Joan Tapia explica que “Moritz, como otras empresas, triunfó autoa- tan fuerte que compró terrenos en El Prat porque Casanova (hoy vivien-
limentada por el crecimiento de la ciudad y en los años 30 logró récords das) era insuficiente. Pero la idea se abandona tras las inundaciones del
de producción y ventas. Tenía el 34% del mercado catalán. Llegó la gue- 62 y las expropiaciones para canalizar el río Llobregat.”
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Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015