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post-político de los indignados está ya empezando a des- rico-humorista. Después del 9 de noviembre el imaginario

bordar las estructuras de la modernidad, el programa y su de Polònia, como el de su audiencia, irá dejando atrás los

audiencia se hacen en ese momento cargo de él sólo parcial- residuos moderno-nacionalistas provenientes de los años de

mente. Ni el programa ni su audiencia han establecido to- la transición y pasa a emplazarse hacia un contexto inde-

davía un imaginario político compartido que pueda subs- pendentista-consensual decantado hacia las propuestas del

tituir en la realidad la idea de estado-nación moderno. Las partido de Artur Mas, Convergència. Un consenso que
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referencias a las miserias sociales de la población (desahu- por ejemplo tomó forma en el emotivo adiós que el progra-

cios, paro), a los fuertes recortes en educación, sanidad, cul- ma dedicó a David Fernández (el real), al dejar la primera

tural, etc.; o las afrentas ecológicas y contra la textura social línea de la política (“David Fernàndez S’acomiada”).

arremetidas desde el gobierno catalán, el de Convergència

i Unió, resueltamente implicado en el libre-mercado, es-

tán prácticamente ausentes. El cómico desafecto con el que

Polònia marcó el debut del personaje de David Fernández,

líder de las CUP, en octubre del 2012 (con el actor Cesc

Casanovas) por ejemplo, se corresponde con el dedicado al

personaje de Pablo Iglesias (el actor Marc Rodríguez) quien

debutó en el programa el 3 de junio del 2014 en otro hila-

rante episodio en el que se encuentra cara a cara con David

Fernández. 30 El actor Cesc Casanovas y el político David Fernández en el plató de TV3

Y están antes del 9 de noviembre del 2014 básicamen- TV3, 1 de julio de 2015

te ausentes porque hasta ese momento el imaginario políti-

co-hegemónico del programa, instalado, de forma similar a Resulta así Polònia un programa no sólo tendencioso res-

lo que lo hacía su audiencia en su contrapartida político-re- pecto a su decante hacia el imaginario independentista ca-

al en un sub-texto estructural de estado moderno, todavía talán sino también por su voluntad de evitar los problemas

no puede/sabe dar cuenta de ellos. Debe precisamente espe- sociales graves y reales que cruzan y asolan tanto a Catalu-

rar el empuje de la calle ese 9 de noviembre, esa impetuosa

puesta en marcha del llamado derecho a decidir de la socie-

dad civil, para re-calibrar su energía y punto de ataque satí- 31 Espero dedicarme a ello en un ensayo ahora en marcha, “Überpolí-

tica, anti-política, infrapolítica: Catalunya en el nuevo orden nómico”,
un borrador del cual fue presentado la Universidad Complutense en el

30 http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/polonia/pablo-igle- marco del III Seminario Crítico Transnacional, organizado entre otros
sias-i-david-fernandez-cara-a-cara/video/5106771/ por José Luis Villacañas (3-6 de julio 2015).

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Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015