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mero, la lengua, se hace presente en el catalán empleado por pendencia soberana: los dos millones trescientos mil ciuda-
el President, compartido por la muchedumbre que le acom- danos que el 9 de noviembre reclaman y salen a votar por
paña y le apoya. La tierra (Catalunya) aflora en ese “aquí” el llamado “derecho a decidir” (un millón más del número
contundente. Y el pueblo se manifiesta y se hace presente de ciudadanos que en 1977 que se manifestaron por el Es-
en ese momento de unión con su President. Lengua, tierra tatut).
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y pueblo, entonces, coagulan en este primerísimo momen- Pero hasta ese momento, e incluyendo el momento del
to pre-constitucional del Estado una imparable corriente 11 de septiembre del 2011, cuando la sociedad civil salió
enérgica, similar a aquel principio espiritual o “alma” evoca- espontáneamente a la calle para reclamar a Catalunya como
dos por Ernest Renan en su conocido ensayo “¿Qué es una un nuevo estado europeo (“Catalunya, Nou Estat d’Euro-
nación?” Una lengua, una tierra y un pueblo que “deciden” pa!”), el pueblo no imagina cómo constituirse fuera del mo-
en un momento determinado “actualizarse” y configurar- delo estado-nación moderno. No puede. Porque el proble-
se en términos políticos, al reclamar ya, ahora, el Estatut ma —no el problema catalán, sino el problema de cómo
de Autonomia perdido al final de la Guerra Civil. Que de- construir un estado constitucional no-moderno ahora, en
cide, junto a su President “constituirse” en sujeto político, el 2014 del siglo veintiuno— le desborda. 18
tal como ocurre cuando espontánea y enfáticamente el Pre- Así desde el deseo de su público, y basado en la informa-
sident declara: “Jo també vull l’Estatut d’Autonomia” (“Yo ción que con él comparte, lo que a fin de cuentas Polònia
también quiero el Estatuto de Autonomía”, énfasis mío). pone en escena con sus actores para los catalanes mismos es
En el 2006, el imaginario mayoritario de la audiencia de la actuación bufa de la progresiva y acelerada descomposi-
Polònia se arma y se piensa a sí mismo todavía desde ese mo- ción de unos políticos, partidos y programas que, origina-
delo. Un imaginario que pervive en los casi cuarenta años dos en la transición, sintomatizan a partir del 2006 el des-
que van desde 1978, el año en que se re-establece jurídica- calabro político de una Catalunya y una España emplazadas
mente el Estatuto de Autonomía de Catalunya, al 2014, el de pleno en el nuevo orden nómico del mundo. El progra-
año en que una parte sustancial del de la ciudadanía cata-
lana rompe moldes y reivindica la posibilidad de una inde- 17 El aumento en un millón de personas es un dato importante y debe
tenerse en cuenta en todo tipo de estudio, ya que en Catalunya desde
1977 al 2014 la población autóctona nativa de lengua catalana se ha re-
naba la voluntad catalana moderna de constituirse en “poble”. La masi- ducido considerablemente.
va población no catalanoparlante proveniente de la inmigración de los
años sesenta, compuesta en su mayor parte de campesinos de las desfa- 18 No es sólo el público de Polònia el que en el 2014 vive, eso sí, en plena
vorecidas zonas rurales de España, los denominados entonces despec- efervescencia, un cierto impase político. El deterioro de la política actual
tivamente como xarnegos por la población nativa, no se había todavía en España se identifica con la salvaje entrada del neoliberalismo globa-
integrado generacionalmente en la sociedad catalana. Para más informa- lizado y subsecuente deterioro del estado democrático moderno en toda
ción, remito a mi ensayo “The Passing of the Xarnego-Immigrant.” Europa. Estamos de hecho en otro orden nómico del mundo.
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Revist a de alces XXI Número 2 , 2014-2015