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campo de los estudios culturales, (campo en el que cual-  Barthes, Foucault y Nehama contribuyeron hace unas déca-

 quier práctica de significación se presta a ser estudiada, al   das a cuestionar el concepto tradicional de autoría, los nue-

 menos en principio).  vos procesos de construcción compartida, redifusión y re-

 En el apartado de investigación académica, Samuel Ama-  fundición de materiales culturales también han contribuido

 go analiza la representación de la basura a través de la foto-  a alterar la percepción tanto de la autoría como de la pro-

 grafía y de los medios de comunicación durante la huelga   piedad de la obra en internet. A través de la cultura del sam-

 indefinida de la limpieza viaria y de jardines de Madrid, en   ple, del jockey y del semionauta —cultura que se caracteriza


 noviembre de 2013. Según Amago, dicha representación   por la apropiación, reformulación y recreación de los con-

 mediática contribuyó a socavar la imagen de Madrid como   tenidos en la red— la base de usuarios de la red cuestiona

 ciudad limpia y sanitaria, abierta a la inversión del capital   el concepto tradicional de la propiedad intelectual (priva-

 extranjero y al turismo —imagen que había sido proyecta-  da, restrictiva y restringida), produciéndose una tendencia

 da internacionalmente durante varias décadas a través del   hacia la creación, recepción y posesión colectivizada. Tras

 cine y de otras industrias de la imagen con el fin de promo-  analizar algunas de las consecuencias éticas y legales de estos

 cionar el espacio para la reproducción capitalista—. Asi-  procesos, Escandell examina la emergencia de una nueva


 mismo, Amago observa que la huelga ayudó a visibilizar la   tuiteratura a través de la red social Twitter, la cual ha permi-

 magnitud del problema que supone la creación constante   tido explorar los grandes géneros (prosa, poesía, teatro), re-

 de basura, problema que “nadie quiere advertir” pero que   curriendo a veces a la adaptación o mediamorfosis de obras

 al cobrar visibilidad en las calles ayuda a subrayar las con-  conocidas. Escandell observa que a través de las redes socia-

 secuencias éticas y ecológicas del proceso capitalista de acu-  les no solo se imitan y suplantan las obras literarias, sino in-

 mulación constante (47). En la segunda mitad de su estu-  cluso a los mismos autores, estén vivos o no, a menudo con

 dio, el autor analiza diversas fotografías tomadas durante la   el propósito de rendirles tributo. Así pues, Escandell centra

 huelga de 2013, muchas de las cuales fueron recogidas por   su estudio en los diversos Borges y Gómez de la Serna que

 el diario El País. Amago concluye que “la elección del lu-  existen en Twitter a fin de lograr entender mejor el funcio-


 gar para el desecho de la basura sugiere la existencia de una   namiento y la motivación de estos nuevos fenómenos cul-

 conciencia crítica colectiva” (52). En este sentido, el autor   turales.

 opina que muchas de estas fotos constituyen “materia pri-  Claudia García analiza el espacio del umbral en tres mi-

 ma para la expresión de una crítica política al sistema tardo-  crorrelatos de Ajuar funerario de Fernando Iwasaki tras sin-

 capitalista” (48).  tetizar algunas de las principales tendencias asociadas con la

 Daniel Escandell analiza los nuevos fenómenos de apro-  producción, definición y recepción crítica del microrrelato

 piación y difusión literaria en la red social, prestando espe-  durante los últimos años. Siguiendo a Ottmar Ette, García


 cial atención a la nueva tuiteratura. Si bien autores como   enfatiza la conexión que existe entre la proliferación de la






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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