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consciencia de los exilios familiares que lo habilitaban como                                                           XVI (citado en López-Calvo 131) y otros ensayos en que se

         “transcultural” una vez instalado en Sevilla (Toloza).                                                                  ocupa de la historia de las relaciones entre Oriente y Oc-

             Iwasaki ha narrado más de una vez que emigró a España a                                                             cidente (López-Calvo 131-132). Sin embargo, admite que

         los 23 años para realizar estudios avanzados de historia y allí                                                         los personajes japoneses de la colección España, aparta de

         conoció a su esposa y formó su familia, admitiendo que el                                                               mí estos premios (2009) no son más que caricaturas estereo-

         entorno sevillano le “ofrecía distintas formas de estabilidad                                                           tipadas —la perspectiva española sobre lo japonés—, que le

         que no tenía el Perú” (Toloza). Como muestra de su afinca-                                                              permiten analizar sarcásticamente la identidad regionalista


         miento en España, Iwasaki ha incluso reflexionado sobre el                                                              de la España contemporánea (López-Calvo 125; 131).

         vocablo “patria” para referirse a “la tierra donde han nacido                                                               De modo que, pese a su aspiración plurinacional de em-

         los hijos” (Otamendi), sin que este involucramiento profe-                                                              blemático escritor nómade (“ser de todas partes y de ningu-

         sional, intelectual y afectivo con el país de recepción (recor-                                                         na”) y pese a desarrollar la cuestión de su identidad cultural

         demos que es director de una Fundación de Arte Flamenco)                                                                múltiple en conferencias o ensayos, orientados sobre todo

         disuelva sus lazos identitarios con el país de origen (“a pesar                                                         al público español o europeo (López-Calvo 116), lo que se

         de los más de veinte años [en España] se me sigue conside-                                                              desprende de la mayoría de las entrevistas concedidas por


         rando un escritor ‘peruano’ [García]).                                                                                  el autor y de sus propios textos es el perfil identitario de un

             Paralelamente, Iwasaki reconoce que el espacio de la fic-                                                           escritor inmigrante, quien, como muchos otros inmigran-

         ción en muchos de sus libros es siempre el Perú, como ocurre                                                            tes, mantiene vínculos transnacionales con su país de origen

         en Un milagro informal, Libro de mal amor, El descubrimien-                                                             y forja su identidad en un estrecho contacto con dos cul-

         to de España y Ajuar funerario (Toloza). Ignacio López-Cal-                                                             turas nacionales, la del país de origen y la del país receptor.

         vo, que ha estudiado el impacto de la herencia japonesa en                                                              Más allá de las oscilaciones en la forma en que construye su

         la identidad y la obra de Iwasaki, señala las oscilaciones y                                                            identidad, las declaraciones de Iwasaki reflejan la experien-

         contradicciones en la postura del autor acerca de su iden-                                                              cia inmigratoria de las clases medias o altas latinoamerica-

         tidad. Por un lado, se niega a ser considerado en términos                                                              nas, cuyos diversos tipos de capital (diplomas, pasaportes,


         étnicos como escritor “nikkei” —es decir, descendiente de                                                               visas, redes de sociabilidad) allanan o facilitan la experiencia

         emigrados japoneses que forman una comunidad en el ex-                                                                  de incorporación y aculturación en el país receptor.

         terior— (López-Calvo 131-132), identificándose como la-

         tinoamericano, al igual que otros escritores de ascendencia                                                             Umbral, coreografías de movimiento, deslocalización:

         japonesa en el Perú (López-Calvo 116).                                                                                  tres microrrelatos en Ajuar funerario

             Por otro lado, Iwasaki aduce un sentimiento de deuda                                                                Al examinar la obra de Iwasaki, los críticos coinciden en

         personal con la cultura japonesa como motivación para su                                                                señalar ciertos rasgos distintivos en ella, como el empleo


         investigación histórica Extremo Oriente y el Perú en el siglo                                                           sostenido del humor (Paz Soldán, Areta, Camacho Delgado),






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