Page 679 - Revista1
P. 679

JB: ¿Y dentro de este mercado de identidad, dónde que-  Veo libros españoles con temas americanos y vidas ameri-

 da lo español? Aparece mucho en tus relatos: el personaje   canas, y pienso que igualmente, si te interesan esos temas,

 de Juanjo, que describes como parte del “puzzle ibérico”, o   porque es muy legítimo hablar de ciudades extranjeras, hay

 la “delicatesen” española, que es la propiedad de Belinda.   que poner el conflicto que supone eso para un español.

 Siempre me acuerdo de uno de los cuentos de El malestar   JB: ¿Puedes contar algo sobre tu nuevo libro?


 al alcance de todos, donde un personaje trabaja en una em-

 presa tipo norteamericana, con muchas de esas actividades   MC: Es una novela, la primera que escribo propiamente di-

 para pasarlo bien juntos y crear equipo, y no le gusta, está   cha, y se titula El genuino sabor. Tiene mucho que ver con

 incómodo, así que cambia a otra empresa rancia, española,   la gestión cultural. No es algo que yo haya elegido pensan-

 sin juegos y con una jerarquía clara, y ahí se siente cómoda.  do en un tema que esté ahora en boga, pero ha salido así,

         porque también me interesa lo que pasa, como decía Elvira.

 MC: Yo creo que, como antes ha dicho también Elvira, hay   En España ha habido un boom en el campo de la gestión


 demasiados escritores en mi generación que como ya hemos   cultural en los últimos años, y también la idea de España

 viajado, y por el contacto con la lengua inglesa, nos senti-  vendiendo su imagen en el extranjero, a través de los Cer-

 mos diferentes a la generación anterior. Esto genera muchas   vantes, etc. La protagonista es gestora cultural, representa

 tentaciones, como la de sentir ese complejo español de ser   a España fuera, difundiendo la idea de España. En general,

 paletos, y que nos hace pensar que lo extranjero nos libera   cuando estás fuera eres embajador de tu país, lo quieras o

 de lo paletos que somos. Hay libros que yo no comprendo   no. Ésa es la tesis del libro y la base general, además de va-

 de autores de 30 ó 40 años, con personajes angloamerica-  rios periplos por otros lugares, sobre todo Londres, el más

 nos, ambientados en metrópolis angloamericanas, a lo me-  largo. Y eso es.

 jor sin nombre, pero sabes que no es España. Y ahí no hay


 ningún personaje español diciendo: “Soy Paco Martínez So-

 ria. Esta vida no la entiendo”. Y yo reivindico que hay que

 poner un toque de españolidad en lo que haces porque es

 casi tu obligación como escritor. Me sorprende mucho, por

 ejemplo, que haya gente que se considera heredera de una

 tradición literaria ajena, que pueden decir “yo soy herede-

 ra solo de la literatura victoriana, aunque soy española”. Es


 como los japoneses que quieren bailar flamenco y tocar la

 guitarra flamenca. Yo querría decirles que tal vez el resulta-

 do sea peor, o no interese a los que generaron ese flamenco.






 678                                                                                                          679
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
   674   675   676   677   678   679   680   681   682   683   684