Page 619 - Revista1
P. 619

discursos que proponen. También se echa mano del azar, de   feroces críticas al sector más intransigente del ecologismo

 los choques entre partículas y del tablero de juegos. Así, en   que tienen continuidad en la segunda parte del libro, donde

 Nocilla Experience se habla de parchís por su simbolización   utiliza el formato habitual en la narrativa de Fernández Ma-

 del caos. En esencia, el mundo es como un gran tablero de   llo, microtextos fragmentarios ordenados numéricamente.

 juego, un experimento, tal y como demuestran sus persona-  La crítica al ecologismo es contrastada con una serie de ele-

 jes, todos experimentadores. Ahí radica la importante pre-  mentos artificiales y tecnológicos: ordenadores, jardines de

 sencia de lo científico, paradigma de la experimentación, en   plástico o fotografías de sonidos. La parte final, construi-


 el arranque del libro. También de la metáfora científica por   da a base de retazos, se encuadra en un mundo claramente

 pura coincidencia con otros conceptos. En ese tablero, la   poshumanista, donde crecen árboles y raíces de plástico y

 ciencia pretende introducir unas reglas del juego en el pla-  el narrador está rodeado de elementos tecnológicos propios

 no pero adscritas al azar (parchís vs. ajedrez). El autor trata   de nuestra cotidianidad: tarjetas de crédito, ordenadores y

 a la ciencia con una perspectiva no determinista de las co-  basura. Tras páginas y páginas de luchar contra sí mismo,

 sas que suceden en esa rayuela global. Se trata de una red   el narrador decide escapar. La huida finaliza en formato de

 dinámica de personajes, objetos y hasta del mismo autor,   novela gráfica sobre una plataforma petrolífera, en la cual la


 que colisionan entre ellos de forma inverosímil y se trans-  versión ilustrada de Enrique Vila-Matas le cuenta al autor

 miten información. El libro simboliza la interacción del au-  historias sobre relojes y celdas cúbicas de hormigón, y don-

 tor con el mundo una vez publicado su sueño, un elemento   de los únicos elementos naturales que aparecen son el mar y

 más en ese tablero dinámico mundial. De ahí la existencia   una amenazante tormenta. Aquí nos enfrentamos a la esen-

 de un clímax mucho más narrativo que en el caso de Noci-  cia del escritor, su estructura íntima, como si de partículas

 lla Dream, donde dos personajes se encuentran por casuali-  elementales se tratara. Por eso el espacio en el que se desa-

 dad en sus historias personales de búsqueda y dolor por las   rrolla la acción es una isla, la isla interior del autor de la que

 necesidades formales del texto.  acaba huyendo.

 Finalmente, Nocilla Lab tiene una estructura más lineal.   Por lo que respecta a la última obra narrativa de Fernán-


 En ella el autor intenta profundizar en su yo interior para   dez Mallo, El hacedor (de Borges), Remake, podemos hacer

 luego disgregarse. La novela está plagada de referencias a la   un comentario similar aunque no igual. El texto es triste-

 física atómica y a las partículas elementales desde la cita ini-  mente célebre por utilizar la misma estructura, con los mis-

 cial. Se divide en tres partes. La primera está narrada de una   mos títulos para relatos y poemas, que El hacedor, de Jorge

 forma más convencional. Se utiliza un monólogo continuo   Luis Borges, y haber sido raptada su edición por la viuda del

 al estilo de Thomas Bernhard y se relata el pasado del autor   escritor argentino por un conflicto con los derechos de au-

 así como sus influencias, en un guiño a la cultura humanis-  tor. Por tanto, no podemos decir que en este caso la ciencia


 ta. Las referencias a la física de partículas se combinan con   influya en la estructura del texto. Pero sí en su contenido.






 618                                                                                                          619
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
   614   615   616   617   618   619   620   621   622   623   624