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19). La intención de Rosa, en este respecto, es esquivar esa                                                                   aparecidos, persecución política, etc., pensará antes en Argenti-

         representación hagiográfica o heroica de los personajes para,                                                                  na o Chile que en España. (Entr. Hafner)

         justamente, profundizar en eso que Gopegui refiere como                                                                 El déficit de conocimiento o de sensibilidad acerca de la

         insoportable: la injusticia, la deshumanización, el horror.                                                             represión del Estado franquista, denunciado en estas pala-

         En segundo lugar, los sujetos fascistas no constituyen en El                                                            bras, contrasta enormemente con la proliferación de narra-


         vano ayer meras caricaturas, no hay un envilecimiento exa-                                                              tivas históricas surgidas en España durante las últimas dé-

         gerado del verdugo, pues, como previene Rosa, tanto los vi-                                                             cadas. Se hace evidente así —en consonancia con las ideas

         llanos como los héroes “se burlan del autor y se enrocan en                                                             de Labanyi y Richard antes expuestas— que tal prolifera-

         caracteres sin aristas, como marionetas del bien o del mal”                                                             ción no está en contradicción con la ausencia de una con-

         (El vano 38). En la mirada contemporánea al fascismo, se-                                                               ciencia histórica en la población (o bien con la presencia de

         ñala Alain Badiou, predominan semejantes visiones exage-                                                                un saber falsificado). Prueba de ello se encuentra en el mis-

         radas del mal (fundadas en la noción del mal radical, y por                                                             mo lenguaje (tal como apunta la cita), es decir, en el escaso


         ello “indecible” o “impensable,” de Hannah Arendt), pero                                                                empleo de conceptos como “terrorismo de Estado,” “exter-

         éstas deben ser rechazadas porque impiden pensar su di-                                                                 minio” o “desaparecido” para referirse al caso español.  Te-
                                                                                                                                                                                                                                14
         mensión política o analizarlo como resultado de un proce-                                                               niendo esto en consideración, El vano ayer desea poner de

         so histórico (93-100). De acuerdo con esta idea de Badiou,                                                              relieve que el régimen de Franco practicó sistemáticamen-

         la no-caricaturización del mal o la no-deformación del ver-                                                             te el “terrorismo de Estado” e hizo “desaparecer” a miles de

         dugo parecen ser, en efecto, premisas seguidas en la novela                                                             personas y, más aún, que tales actos no sólo estuvieron cir-

         para no despolitizar ese mal y para, consiguientemente, ac-                                                             cunscritos a los primeros años de “limpieza,” sino que, como


         ceder mejor a su realidad histórica.                                                                                    recuerda Damián González Madrid, fueron igualmente es-

             En consonancia con lo anterior, uno de los principales                                                              tructurales durante sus fases finales: “el objetivo continuaba

         propósitos políticos de la novela es destacar el carácter cri-                                                          siendo el mismo, la represión y disuasión de la disidencia

         minal del franquismo y desenmascarar las prácticas de su                                                                que ahora representaban universitarios, las reivindicaciones

         aparato policial, tal como lo declaraba el mismo Isaac Rosa                                                             laborales y los incipientes partidos políticos y sindicatos en

         en una entrevista:                                                                                                      la clandestinidad” (31). Desde esta perspectiva, Rosa pre-


                                                                                                                                 tende difuminar la frontera (idea muy extendida en el ima-
                Una de mis motivaciones para escribir El vano ayer era esa

                anomalía política y social por la que los españoles, los jóvenes y

                los no tan jóvenes, estamos más sensibilizados, más informados,                                                  14
                más concernidos por las realidades represivas de otros países an-                                                   Para una disquisición acerca de la cuestión terminológica consúlten-

                tes que la propia. Si a un español le preguntas por torturas, des-                                               se las secciones “Sobre desaparecidos” (36-40) y “Palabras para definir
                                                                                                                                 una matanza” (55-64) en el volumen Violencia roja y azul. España, 1936-

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                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
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