Page 548 - Revista1
P. 548

yi (158), y como análogamente indica Nelly Richard para                                                                 po social asociado a la dictadura: los empresarios “triunfan-

         el similar caso chileno, una operación más de olvido —un                                                                tes” que levantaron su fortuna en aquellos tiempos propicios

         olvido que curiosamente se manifiesta como memoria (28-                                                                 para el pillaje y la explotación y que junto a la “vetusta oli-

         35)— en la medida favorece modelos de relato en que obli-                                                               garquía avalada por generaciones victoriosas, se repartieron

         teran los aspectos más oscuros de la dictadura y sumergen la                                                            el botín durante cuarenta años” (El vano 195). Ese grupo

         conflictividad histórica en la ideología del espectáculo (De-                                                           es encarnado por la figura zafia de Don Carlo Lope, sujeto

         bord 192).                                                                                                              enriquecido para el cual trabaja Denis y cuya empresa edi-


             La primera hipótesis de Julio Denis (profesor antifascis-                                                           torial da cuenta del propio devenir propagandístico del ré-

         ta), como se expuso más arriba, es abandonada por Rosa en                                                               gimen, desde la difusión de la moral católico-fascista de sus

         aras de hacer más efectivo su cometido ideológico. Quedan,                                                              primeras publicaciones (El vano 195-208), hasta una litera-

         por tanto, la segunda (profesor fascista) y la tercera (sujeto                                                          tura de entretenimiento y evasión (al estilo de Corín Tella-

         intermedio) versión. La segunda, la más factible histórica-                                                             do) que, salvando las distancias, se conecta en cierta medida

         mente, brinda la oportunidad de hacer una incursión en la                                                               con la narrativa banal y comercializada que en el fondo ridi-

         universidad franquista y en su devenir histórico, desde las                                                             culiza El vano ayer. Tanto el colaboracionismo secreto como


         purgas llevadas a cabo tras la guerra hasta el presente narra-                                                          el expolio a manos del Estado franquista son circunstancias

         tivo de la novela. Asimismo, permite reflexionar sobre una                                                              molestas de las que apenas se ha hablado o escrito, quizás

         de las figuras más ominosas de la dictadura: el chivato, el                                                             porque aún salpican a mucha población y porque implican

         delator, el colaborador policial que también abundó en la                                                               instancias de violencia menos llamativas (y, por ello, menos

         universidad y en su profesorado. Este sujeto histórico, in-                                                             rentables).  Según advierte Slavoj Žižek, la contemplación
                                                                                                                                                   13
         centivado por el régimen y endémico en todos los órdenes                                                                de las formas más directas y visibles de la violencia a menu-

         de la vida, de cuya acusación ningún personaje está fuera de                                                            do actúa como un señuelo fascinante que impide pensar o


         sospecha (Julio Denis, pero también otros como el propio                                                                dar cuenta de otras manifestaciones menos espectaculares:

         André Sánchez), es diseccionado ingeniosamente en un ca-                                                                la violencia sistémica, resultante de las estructuras econó-

         pítulo de la novela a partir de su fenotipo español (El vano                                                            micas, y la simbólica, propia del lenguaje y sus formas (9-

         74-80). Sin embargo, es la última opción biográfica del pro-                                                            18). A través de estas dos figuras históricas (chivato y ex-

         fesor, situada en un terreno intermedio, la que poco a poco                                                             poliador), Rosa llama precisamente la atención a esas otras

         va ganando en intensidad y en espacio narrativo. Es, ade-                                                               violencias que, como él mismo indica en un artículo, yacen

         más, la posibilidad más novelesca, puesto que implica un


         misterio por resolver y una equivocación policial. Al mismo                                                             13  Caben notarse, sin embargo, algunas obras que desde la literatura han

         tiempo, esta tercera posibilidad, que presenta a un Denis                                                               tocado estos temas. Por ejemplo, el delator protagoniza El día de mañana

         escritor de novelitas de quiosco, pone en escena a otro gru-                                                            (2012) de Ignacio Martínez de Pisón, mientras el empresario enriqueci-
                                                                                                                                 do gracias al régimen aparece en Crematorio (2007) de Rafael Chirbes.





      548                                                                                                                                                                                                                             549
                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
   543   544   545   546   547   548   549   550   551   552   553