Page 525 - Revista1
P. 525

Por eso, los dos últimos poemillas (el 5 y el 6) pueden ser   el cual condenaba a la especie humana siempre presa de sus

 considerados como una liberación otorgada por una muer-  contradicciones, de sus creencias engañosas y, finalmente,

 te que ya ha dejado de apresar. Además, la muerte como   de su propia barbarie.

 mero tránsito y pasaje se sustrae de todas las creencias y los   La virtualidad de la reencarnación liberadora se concre-

 ritos —más o menos consolatorios y alienantes— con los   tiza, en el último poema, en una evidente transmigración

 cuales se vincula en las representaciones y en los imagina-  asociada a una especie de desdoblamiento del yo poético,

 rios colectivos. El reconocimiento de la mera contingencia,   que se contempla y se interroga a sí mismo mediante un


 del insondable azar y del efímero sueño-pesadilla que es la   “alma” y una “conciencia” que han salido de su cuerpo para

 vida siempre incierta, dudosa y precaria, se une en el poe-  transmigrar en el de un gato inquisidor y escrutador:

 ma 5 al deseo de abstraerse del tiempo de la humanidad así

 como de la engañosa existencia:  ¿Hay un reproche mudo

                a una maldad que oculto?

 [...]          ¿Es una invitación

 Se está y ya no se está.  a expiar una pena?

 Ascendientes y prole  El gato no es un gato.
 no sufren de la ausencia.  Es mi alma y mi conciencia. (Goytisolo, Ardores 17)

 Placidez aconchada,

 aire limpio del vuelo  En algunas tradiciones esotéricas, como es el caso en cier-

 Ser tortuga o cigüeña. (Goytisolo, Ardores 16)  tos autores de la cábala judía (en especial, la española), se

         afirma que la transmigración del alma de una persona en un

 El deseo de reencarnación en “tortuga” o “cigüeña” ofrece   animal se debe a las culpas y las faltas (en particular, sexua-

 la posibilidad de acceder a lo extra-temporal, de franquear   les) que el individuo cometió y que ha de expiar cumplien-

 por fin las fronteras y las barreras del yo y del tiempo en los   do con su castigo durante varios años (Scholem 525). El

 cuales no dejan de engendrarse las ilusiones así como las   objetivo de la transmigración consiste entonces en la puri-

 miserias humanas. Dejada atrás la terrible y algo monstruo-  ficación del alma y en el perfeccionamiento posterior de los

 sa condición de “ser antropomorfo”, la anhelada reencar-  actos de la persona con miras a enfrentarse con un nuevo

 nación en una especie viviente animal es considerada como   juicio. Esa nueva transmigración —en la novela Carajico-


 una suerte de metamórfosis liberadora —y acorde con la   media (2000) ya se recurre, de manera muy diferente, a ese

 verdad de los ciclos naturales y vitales— de todos los ata-  fenómeno de la metempsicosis— no se separa aquí de cierta

 vismos, las ataduras y representaciones manipuladoras. Ese   (auto)ironía aludiendo, de modo implícito, a la trayectoria

 poemilla elabora, pues, una continuación original de la voz   vital del propio escritor —las imagenes erótico-místicas del

 y del discurso del demiurgo mefistofélico en Telón de boca,   luchador ligadas al deseo homosexual también marcan, des-






 524                                                                                                          525
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
   520   521   522   523   524   525   526   527   528   529   530