Page 277 - Revista1
P. 277

insertos en el campo de la cultura con capacidad y medios   rior en la segunda mitad del siglo XX o principios de este,

 para actuar sobre ese campo en tanto agentes culturales. Leo   provenimos socialmente de aquellos perfiles familiares que

 a modo de recordatorio y autodescripción lo que en la web   protagonizaron el desarrollo económico que desde los años

 dice al respecto:  sesenta transformó la sociedad mayoritariamente rural de la

         España de la primera mitad del siglo XX en una España ur-
 ALCESXXI (Asociación Internacional de Literatura y Cine Es-
 pañoles Siglo XXI) nace de un impulso de recuperar y desarro-  bana, industrial y de servicios que acabaría por entrar en la

 llar la práctica de una crítica reflexiva, abierta, plural, interdis-  Europa del Mercado Común. Dicho en otra clave: entien-

 ciplinaria e independiente. Somos un colectivo de educadores y   do que podríamos caracterizar ese nosotros como grupo de
 creadores dedicados a la literatura, el cine, y la cultura contem-  desclasados que provenientes de capas del proletariado o de

 poráneos que entendemos la urgente necesidad de crear y fo-  las pequeñas burguesía provincianas o rurales nos hemos si-

 mentar un espacio para el diálogo crítico.
         tuado en esa clase fantasma —hablando en términos mar-

 Nuestra propuesta se concreta en la creación de un espacio libre   xistas— que conocemos como clase media y que más que

 que permita y promueva tanto la discusión y el debate como la   una clase es una zona de amortiguamiento de la lucha de
 formación y educación de los miembros.  clases pero también, y esto es relevante desde una perspecti-



 Formar parte de esta asociación significa comprometerse con el   va revolucionaria, una zona de choque y fricción. Y ya pues-
 ejercicio libre y responsable de la práctica intelectual y con la   tos a ser osados me atrevería a señalar que una mayoría de

 interrogación y el debate crítico como medios a disposición del   ese nosotros que, recordemos el enunciado de origen, viene

 aprendizaje y del intercambio de conocimientos. Tanto nuestros   delimitado por desear de verdad hacer la revolución, trata-
 encuentros como las actividades de formación tendrán como

 objetivo el fomento de un estado de conciencia crítica.  mos, al menos ideológicamente, de desclasarnos de la bur-
         guesía para constituirnos o integrarnos en un posible suje-

 Desde una perspectiva socioeconómica podríamos autodes-  to crítico y revolucionario. Un nosotros atravesado por un

 cribirnos como trabajadores integrados en los sectores de   doble desclasamiento: hacía arriba, desde el punto de vista

 la producción y la circulación de mercancías y objetos cul-  social y cultural y hacia abajo desde una perspectiva ideoló-

 turales. Al fin y al cabo, y haciendo un poco de demagogia   gica, viviendo por tanto en una contradicción que sin duda

 que nunca viene mal, muchos nos dedicamos a embutir pa-  interfiere en las relaciones que como colectivo o como indi-

 labras, teorías, interpretaciones o historias en esos recipien-  vidualidades mantenemos con la revolución.

 tes industriales que llamamos libros o revistas o a la elabo-  Pero ¿qué es o qué debemos entender por revolución?


 ración de los correspondientes folletos de publicidad que   La cuestión de qué entendemos por revolución, por el es-

 acompañan a tales mercancías. Me atrevería incluso a afir-  pecial lugar que ocupa en este ensayo debe abordarse siendo

 mar que la mayoría de ese nosotros, constituida en buena   conscientes de estar entrando en un terreno muy resbaladi-

 parte por quienes accedimos a la educación llamada supe-  zo tanto por la polisemia que el término en estos momentos







 276                                                                                                          277
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
   272   273   274   275   276   277   278   279   280   281   282