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insertos en el campo de la cultura con capacidad y medios rior en la segunda mitad del siglo XX o principios de este,
para actuar sobre ese campo en tanto agentes culturales. Leo provenimos socialmente de aquellos perfiles familiares que
a modo de recordatorio y autodescripción lo que en la web protagonizaron el desarrollo económico que desde los años
dice al respecto: sesenta transformó la sociedad mayoritariamente rural de la
España de la primera mitad del siglo XX en una España ur-
ALCESXXI (Asociación Internacional de Literatura y Cine Es-
pañoles Siglo XXI) nace de un impulso de recuperar y desarro- bana, industrial y de servicios que acabaría por entrar en la
llar la práctica de una crítica reflexiva, abierta, plural, interdis- Europa del Mercado Común. Dicho en otra clave: entien-
ciplinaria e independiente. Somos un colectivo de educadores y do que podríamos caracterizar ese nosotros como grupo de
creadores dedicados a la literatura, el cine, y la cultura contem- desclasados que provenientes de capas del proletariado o de
poráneos que entendemos la urgente necesidad de crear y fo- las pequeñas burguesía provincianas o rurales nos hemos si-
mentar un espacio para el diálogo crítico.
tuado en esa clase fantasma —hablando en términos mar-
Nuestra propuesta se concreta en la creación de un espacio libre xistas— que conocemos como clase media y que más que
que permita y promueva tanto la discusión y el debate como la una clase es una zona de amortiguamiento de la lucha de
formación y educación de los miembros. clases pero también, y esto es relevante desde una perspecti-
Formar parte de esta asociación significa comprometerse con el va revolucionaria, una zona de choque y fricción. Y ya pues-
ejercicio libre y responsable de la práctica intelectual y con la tos a ser osados me atrevería a señalar que una mayoría de
interrogación y el debate crítico como medios a disposición del ese nosotros que, recordemos el enunciado de origen, viene
aprendizaje y del intercambio de conocimientos. Tanto nuestros delimitado por desear de verdad hacer la revolución, trata-
encuentros como las actividades de formación tendrán como
objetivo el fomento de un estado de conciencia crítica. mos, al menos ideológicamente, de desclasarnos de la bur-
guesía para constituirnos o integrarnos en un posible suje-
Desde una perspectiva socioeconómica podríamos autodes- to crítico y revolucionario. Un nosotros atravesado por un
cribirnos como trabajadores integrados en los sectores de doble desclasamiento: hacía arriba, desde el punto de vista
la producción y la circulación de mercancías y objetos cul- social y cultural y hacia abajo desde una perspectiva ideoló-
turales. Al fin y al cabo, y haciendo un poco de demagogia gica, viviendo por tanto en una contradicción que sin duda
que nunca viene mal, muchos nos dedicamos a embutir pa- interfiere en las relaciones que como colectivo o como indi-
labras, teorías, interpretaciones o historias en esos recipien- vidualidades mantenemos con la revolución.
tes industriales que llamamos libros o revistas o a la elabo- Pero ¿qué es o qué debemos entender por revolución?
ración de los correspondientes folletos de publicidad que La cuestión de qué entendemos por revolución, por el es-
acompañan a tales mercancías. Me atrevería incluso a afir- pecial lugar que ocupa en este ensayo debe abordarse siendo
mar que la mayoría de ese nosotros, constituida en buena conscientes de estar entrando en un terreno muy resbaladi-
parte por quienes accedimos a la educación llamada supe- zo tanto por la polisemia que el término en estos momentos
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013