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i. En el mundo de la cultura, el artista reina supremo.                                                              Como se podrá suponer, mi interés por el trabajo de Bell

                    Es decir, los consumidores de la cultura y los agentes                                                       no tiene que ver primordialmente con la corrección factual

                    públicos y privados encargados de producirla y publi-                                                        de sus juicios, sino con el enfoque utilizado y, también, con

                    carla están a merced de unos artistas cuya imaginación                                                       su valor testimonial de un estado de opinión prevalecien-

                    no se deja someter a los límites materiales e institu-                                                       te entre los miembros de la clase dirigente americana y sus

                    cionales realmente existentes en la sociedad. Como se                                                        adláteres durante los años previos al asalto neoliberal.  No
                                                                                                                                                                                                                               12
                    ha señalado, esta situación se interpreta como poten-                                                        obstante, por mor de la verdad, conviene introducir algu-


                    cialmente catastrófica, pues lo que engendra la imagi-                                                       nas aclaraciones.

                    nación del artista quiere ser un ensayo de la sociedad                                                           Primero, la supuesta autonomía de la cultura es más un

                    desbridada del futuro (16).                                                                                  mito que una realidad, aunque no me cabe duda que ha

                                                                                                                                 sido una aspiración legítima de ciertos agentes participan-
                ii. La cultura se ha separado de la sociedad y ya sólo se

                    rige por su propia lógica antiburguesa, dinámica y ex-                                                       tes en los campos literario y artístico desde su moderna fun-

                    pansiva (22). En otras palabras, la cultura tiene com-                                                       dación en el siglo XV. Así pues, lo contrario, la heterono-

                    pleta autonomía. Y aunque a la altura de los años                                                            mía, es el punto de partida más apropiado para comenzar

                    setenta  el  movimiento  modernista  ya  no  exhibe  la                                                      a pensar la evolución histórica de la cultura durante todo

                    creatividad que lo caracterizó a finales del siglo XIX y                                                     el periodo moderno. Además, la aproblemática continui-


                    comienzos del XX, sus principios de funcionamiento                                                           dad histórica que las historias de la literatura y el arte suelen

                    se han diseminado por sectores sociales cada vez más                                                         proponer como la norma es altamente mistificadora. Más

                    amplios, y tanto, que se ha convertido en una ideolo-                                                        específicamente, ‘autonomía’ no puede significar lo mismo

                    gía hegemónica y en el estandarte de una “clase cul-                                                         en una sociedad en que la institución cortesana cumple un

                    tural dominante” (22-23).                                                                                    papel central en lo que respecta a la producción y consu-
                                                                                                                                 mo de arte y literatura, que en una sociedad en que tal pa-

                iii. El pensamiento posmoderno es la culminación del                                                             pel está reservado, por la mayor parte, a un mercado de cor-

                    movimiento modernista, pues ha proyectado la lógi-                                                           te capitalista. Segundo, en relación al poder omnímodo del


                    ca de este último mucho más allá de los límites socia-                                                       artista en los campos artísticos, mi opinión se puede des-

                    les en que esa lógica se desenvolvió originariamente.

                    Así, en nombre de la liberación, del erotismo y del es-                                                      12   Tal estado de opinión queda bien expresado en el tema de otra co-

                    pontaneísmo, el posmodernismo ha transmutado la                                                              nocida intervención también publicada en 1971. Me refiero al famoso

                    habitual oscuridad y dificultad modernista en nuevas                                                         “Powell Memo” dirigido por el entonces abogado de negocios Lewis F.

                    formas populares que preludian una futura crisis de                                                          Powell Jr. al jefe del Comité de Educación de la Cámara de Comercio de

                    los valores tradicionales de la clase media (33).                                                            Estados Unidos, y cuyo título es el siguiente: “Ataque al sistema ameri-
                                                                                                                                 cano de libre empresa”.





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                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
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