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nos hayamos parado a pensar en ellas; si mi cura automuti- miento humano. El objetivo del auténtico humor cruel no es
lador tiene alguna gracia es porque su discurso de defensa de provocar sobresaltos vacuos, convertirse en espectáculo en-
la pederastia nos remite a declaraciones que hemos oído de tretenido o emocionante que aúna espanto y carcajada; eso
algún obispo diciendo que son los niños a veces quienes se lo rebajaría a mera atracción de feria. El arte de la comedia
dedican a tentar, o que es la sociedad la culpable por su falta cruel, al menos de la que a mí me interesa, consiste en con-
de valores. seguir que lo excesivo sea un instrumento para asomarnos a
Podría argüirse que estos humoristas crueles exageran una realidad poco agraciada y ser premiados con la risa al re-
las cosas y por tanto estas no pueden acercarse a la verdad; conocer sus rasgos más monstruosos. El humor cruel no se
al poner el acento solo en lo cruel, en cualquiera de sus fa- limita entonces a perseguir la risa catártica, sino que la trans-
cetas, deforman la realidad. Sin embargo, la representación forma, más que en un fin, en herramienta de conocimiento.
cruel, por caricaturesca que pueda ser a veces, no deforma la
realidad, de la misma manera que no lo hacen la química,
la fisiología o la historia: describir el acto sexual a través de Obras citadas
los procesos fisiológicos, de las transformaciones que opera
en nuestras hormonas, de las modificaciones del riego san- Aristóteles. Arte poética. Trad. José Goya y Muniain.
guíneo y la actividad de nuestro cerebelo no es una manera Apocatastasis. Web. 21-12-2011. <http://www.
exagerada de contar lo que es el sexo, es sencillamente una apocatastasis.com/poetica-arte-aristoteles-tragedia-
manera limitada de hacerlo. El humor, a menudo, tampoco comedia.php#axzz1q4BMzMKN>
exagera, sino que muestra únicamente una faceta de la reali-
dad, la aísla de los demás, y de esa manera vuelve la realidad Martín-Santos, Luis. Tiempo de silencio. Barcelona, Seix
más comprensible. La escena de las plañideras no es necesa- Barral, 2001.
riamente exagerada, tan solo deja de lado ciertos aspectos de
ella y se fija en aquellos que, aislados, resultan risibles. Igual- Ovejero, José. La comedia salvaje. Madrid: Alfaguara, 2009.
mente, escenas de una violencia bestial pueden resultar di-
vertidas porque al centrarse solo en lo gore, en la sangre y las
vísceras, acaban resultando risibles, cosa que sucede con al-
gunas escenas de Quentin Tarantino y en pasajes de las obras
de Cormac McCarthy. Por su parte, Elfriede Jelinek y Elias
Canetti no mueven a risa y a horror mediante la efusión dis-
paratada de sangre, ellos no hunden sus manos en las entra-
ñas ajenas; prefieren escarbar en la sordidez del comporta-
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012