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tremo de inquebrantable raíz étnica en el País Vasco. Obras citadas

El futuro está abierto, aunque algunos lo hayan querido

secuestrar y someternos a la tortura de un tiempo circular sin Aramburu, Fernando. Los peces de la amargura.

innovación ni cambio alguno. Los proyectos de conviven­ Barcelona: Tusquets, 2006.
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cia pacífica para el mañana no dependen necesariamente

del destino o del azar sino del conocimiento necesario para Arteta, Aurelio. “Genial, pero mal bicho.” El País (11 de

facilitar la llegada de lo que queramos. Es una acción cuyo junio de 2011): 31.

contenido debe establecerse en diálogo, porque el diálogo

re clama privilegiar al demos, al ciudadano por encima del Arteta, Iñaki (director). Trece entre mil, 2005.

etnos de la tribu nacionalista y sus cobijos y patrias de cam­

panario (Benhabid 66); propone la participación y el invo­ Azúa, Félix. Salidas de tono: cincuenta observaciones de un

lu cramiento en contra del aislamiento y exclusión del extre­ ciudadano. Barcelona: Anagrama, 1996.

mismo identitario. Y exige por igual identidades en focadas

hacia “la apertura [. . .] sin tener que quedar some tidas a una Bauman, Zygmunt. Liquid Fear. Malden, MA: Polity Press,

realización incondicional, por no hablar de una reificación,” 2006.

desarrolladas a lo largo de un tiempo to ma do “como oportu­

nidad, encuentro, ocurrencia sin adveni miento” (Nancy 33). Benhabid, Sheila. Another Cosmopolitanism. With

Lo artístico, y sus manifestaciones, no es más que el marco commentaries by Jeremy Waldron, Bonnie Honig, Will

donde explorar identidades y futuros menos sesgados por el Kymlicka. Edited and Introduced by Robert Post.

peso de los agravios sin fin, origen de toda violencia. Oxford, New York: Oxford UP, 2006.

Camps, Victoria. “Educar a la ciudadanía para la convivencia

intercultural.” Anthropos 191 (2001): 117­122.

Elorza, Antonio. “La estela del terror.” El País (25 de agosto

de 2011): 25.

Esposito, Roberto. “An Interview with Roberto Esposito” by

Timothy C. Campell. Diacritics 36.2 (2006): 49­56.

8 Lo defiende Daniel Innerarity en su El futuro y sus enemigos (2009), des­
de la vuelta a la definición de proyectos de futuro aligerados de las anti­

guas y demoledoras nociones de progreso.

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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012