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mocracia participativa que del funcionamiento usual de la 26-30). Esta segunda consecuencia es lo que voy a denomi-
democracia representativa. Este es el origen del desencanto. nar politización de lo personal. Cuando la política queda re-
El fenómeno se puede entender aún mejor si tomamos ducida a aspectos culturales relacionados con los valores, las
en consideración que lo que necesitó varías décadas para relaciones personales, los derechos reproductivos, el patrio-
desarrollarse en el resto de Europa, ocurrió en España en tismo, la identidad, etc., baja la participación política y, en
unos pocos años. Las rebeliones de mayo del 68 fueron un general, el interés por los asuntos públicos disminuye.
síntoma de que la democracia parlamentaria de Occidente Esta es la situación que mejor describe el ambiente polí-
no satisfacía los deseos de participación política de la gen- tico de los países occidentales durante los años setenta del
te. Como sabemos, la rebelión fracasó y al cabo de pocos pasado siglo. Sin embargo, en esos mismos años, las gentes de
años se empezó a fraguar un nuevo consenso que hoy en día España tenían un enorme deseo de democracia. Tomar con-
llamamos neoliberalismo. ciencia de esta asincronicidad es extremadamente útil para
En lo que aquí nos interesa, su característica más sobre- entender lo que pasa en el país durante la Transición.
saliente es una concepción de la democracia en términos de Una descripción válida de la situación política en los paí-
un juego competitivo enmarcado dentro de muy estrechos ses occidentales podría ser la siguiente:
límites: el orden sociopolítico tiene que ser aceptado por
aquellos que quieren participar en el juego, de manera simi- i. La vida privada está despolitizada —es decir, no hay
lar a cómo en el ámbito de la competición económica nadie participación cotidiana en los asuntos políticos—.
puede cuestionar la supremacía del mercado. Esto implica ii. La política está burocratizada —las instancias
que, como vimos reflejado en la descripción de Bell, todo indirectas de que hablaba Ortega—.
lo relacionado con la reorganización de la estructura social, iii. Lo personal está politizado.
la distribución de la riqueza y la naturaleza del sistema eco- iv. Este conjunto de rasgos crea una configuración de la
nómico queda fuera de la competición. esfera política que podemos describir en términos de
De aquí se siguen dos consecuencias importantes. Pri- una política sin sustancia.
mero, los agentes políticos que están interesados en cambios
profundos quedan automáticamente excluidos del juego po- Pero en España, en los mismos años setenta, incluso antes de
lítico. Y, segundo, para crear la impresión de que la democra- la democracia, la situación es diferente: la vida diaria de las
cia parlamentaria es útil para algo, “the emotional energies of gentes urbanas estaba saturada de política. Ello se debía en
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the electorate” (“las energías emocionales del electorado”),
por decirlo con palabras de Kees van der Pijl, “should ideally
be reserved for issues of identity and morality” (“deben re- 27 A modo de ejemplo, durante la primera fase de la Transición hay unas
servarse idealmente para asuntos de identidad y moralidad”; 150 asociaciones de vecinos en Barcelona y unas 120 en Madrid (Alonso
89). Estas asociaciones conformaban una enorme red social dedicada a la
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012