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Según parece, los sujetos individuales se inclinan a imaginar lo que El ser colectivo, entonces, crea el espacio entre sus seres y en-
no existe en el tiempo, como encuentros pasados o futuros con otros tre él y sus seres para motivar el desarrollo de “criterios” tan-
sujetos y cosas así. En cuanto a los sujetos colectivos, proyectamos es- to individual como colectivo. Este cronotopo del umbral y
tructuras espaciales inexistentes, pongamos la estructura de mí mismo
cabalgando por la lejana montaña. (214) este espacio del diálogo abogan por una serie de conversacio-
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nes que, fuera del colectivo y la realidad de sus criterios, tal
Bakhtin destaca también esta combinación entre lo vez nunca tendrían lugar. Esta red de interconexiones hace
público (colectivo) y lo privado (individual): “Lo más im- casi imposible no “prestar oído” (87). Aun Enrique, quien
portante de todo esto es el tejer los acontecimientos his- representa parcialmente al padre de Blancanieves, emprende
tóricos y socio-públicos con el lado de la vida personal y un diálogo con Goyo y, por ende, con el colectivo de colec-
aun hondamente íntimo…” (247) (“Most important in all tivos, para intentar comprender mejor a los de “su” casa, so-
this is the weaving of historical and socio-public events bre todo cuando le parece imposible entablar una verdadera
together with the personal and even deeply private side conversación con ellas/os.
of life…”; 247). La narración de Gopegui resalta la filoso-
fía política de varios grandes pensadores (e.g. Raymond El padre de Blancanieves
Williams, Sócrates, Simone Weil) como una narrativa gran-
de y pública que se entreteje entre los acontecimientos dia- El padre de Blancanieves equivale a la falta de criterio y de
rios de los múltiples personajes y el ser colectivo de la novela. responsabilidad por los demás y la presencia de una conce-
Susana lo resume al inicio de la narración cuando se dirige sión pasiva de la crueldad y el sufrimiento. En su Comunica-
a la asamblea: “Necesitamos, hemos dicho a veces, informes do 2, el ser colectivo “nombra” al padre de Blancanieves:
sobre el mundo, sobre lo que ocurre en los institutos, hospi-
tales, fábricas, comisarías, en cada empresa. Pero quizá nece- El padre de Blancanieves vive con la madrastra pero nadie lo
sitemos también algunos informes de las habitaciones” (11). nombra, nadie habla de él. La madrastra maquina contra Blanca-
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nieves, y el padre ¿por qué calla?, ¿por qué no actúa? Con todo,
el padre nos delata. Ahí está el bosque en la oscuridad; ahí, el
tiempo transcurrido sin que la atención se dirigiera hacia ese a
3 Véase “Ideology and Utopia in Belén Gopegui’s El lado frío de la almo- quien, una vez nombrado, la atención querría suponer de viaje, o
hada” para un estudio sobre el uso del tiempo/espacio utópico en Gope- en la guerra o muerto. Pero el padre aguarda en el castillo, mudo.
gui. Estaba ahí. Como la inadvertencia. (54-55)
4 Marco Kunz comenta lo siguiente sobre esta relación entre lo privado El ser colectivo, en este comunicado, se responsabiliza por
y lo público: “Los personajes de todas las demás novelas de Gopegui, en
cambio, no quieren permanecer inmóviles sino actuar sobre la realidad y “los secretos que guarda el corazón de la comunidad” y abo-
sobre su propia existencia” (20). ga por una sociedad más abierta, más consciente del mal que
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012