Page 149 - Revista0
P. 149

Según parece, los sujetos individuales se inclinan a imaginar lo que   El ser colectivo, entonces, crea el espacio entre sus seres y en-
 no existe en el tiempo, como encuentros pasados o futuros con otros   tre él y sus seres para motivar el desarrollo de “criterios” tan-

 sujetos y cosas así. En cuanto a los sujetos colectivos, proyectamos es-  to individual como colectivo. Este cronotopo del umbral y

 tructuras espaciales inexistentes, pongamos la estructura de mí mismo
 cabalgando por la lejana montaña.  (214)  este espacio del diálogo abogan por una serie de conversacio-
 3
         nes que, fuera del colectivo y la realidad de sus criterios, tal


 Bakhtin  destaca  también  esta  combinación entre  lo    vez nunca tendrían lugar. Esta red de interconexiones hace

 público (colectivo) y lo privado (individual): “Lo más im-  casi imposible no “prestar oído” (87). Aun Enrique, quien

 portante de todo esto es el tejer los acontecimientos his-  representa parcialmente al padre de Blancanieves, emprende

 tóricos  y  socio-públicos  con  el  lado  de  la  vida  personal  y   un diálogo con Goyo y, por ende, con el colectivo de colec-


 aun hondamente íntimo…” (247) (“Most important in all   tivos, para intentar comprender mejor a los de “su” casa, so-
 this is the weaving of historical and socio-public events    bre todo cuando le parece imposible entablar una verdadera

 together  with  the  personal  and  even  deeply  private  side   conversación con ellas/os.

 of life…”; 247).  La  narración de  Gopegui  resalta  la filoso-

 fía política de varios grandes pensadores (e.g. Raymond    El padre de Blancanieves


 Williams, Sócrates, Simone Weil) como una narrativa gran-

 de y pública que se entreteje entre los acontecimientos dia-  El padre de Blancanieves equivale a la falta de criterio y de

 rios de los múltiples personajes y el ser colectivo de la novela.   responsabilidad por los demás y la presencia de una conce-

 Susana lo resume al inicio de la narración cuando se dirige   sión pasiva de la crueldad y el sufrimiento. En su Comunica-

 a la asamblea: “Necesitamos, hemos dicho a veces, informes   do 2, el ser colectivo “nombra” al padre de Blancanieves:

 sobre el mundo, sobre lo que ocurre en los institutos, hospi-

 tales, fábricas, comisarías, en cada empresa. Pero quizá nece-  El padre de Blancanieves vive con la madrastra pero nadie lo


 sitemos también algunos informes de las habitaciones” (11).    nombra, nadie habla de él. La madrastra maquina contra Blanca-
 4
                nieves, y el padre ¿por qué calla?, ¿por qué no actúa? Con todo,
                el padre nos delata. Ahí está el bosque en la oscuridad; ahí, el
                tiempo transcurrido sin que la atención se dirigiera hacia ese a


 3  Véase “Ideology and Utopia in Belén Gopegui’s El lado frío de la almo-  quien, una vez nombrado, la atención querría suponer de viaje, o
 hada” para un estudio sobre el uso del tiempo/espacio utópico en Gope-  en la guerra o muerto. Pero el padre aguarda en el castillo, mudo.

 gui.           Estaba ahí. Como la inadvertencia. (54-55)



 4  Marco Kunz comenta lo siguiente sobre esta relación entre lo privado   El ser colectivo, en este comunicado, se responsabiliza por
 y lo público: “Los personajes de todas las demás novelas de Gopegui, en

 cambio, no quieren permanecer inmóviles sino actuar sobre la realidad y   “los secretos que guarda el corazón de la comunidad” y abo-
 sobre su propia existencia” (20).  ga por una sociedad más abierta, más consciente del mal que







 148                                                                                                          149
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  0 , 2012
   144   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154