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rodar historias que, a pesar de sus referentes locales, entron-  de thriller en el que el crimen se convierte en espectáculo

 quen con fórmulas audiovisuales transnacionales y en las   de atroces feminicidios, impunes embaucadores o políticos

 que la factura técnica no dé pie a clichés de excepcionalidad   sufrientes. En todo caso, así es como circula y, dado su éxi-


 vernácula. El llamado “nuevo thriller español” es el género   to en taquilla, así se consume mayoritariamente la imagen

 que más contribuye tanto a este transnacionalismo del cine   de la democracia española desde su ruptura pactada con la

 nacional como a su revalorización.  De manera más espe-  dictadura franquista hasta el colapso del sistema neolibe-
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 cífica, el thriller del que me ocupo se centra en traducir mo-  ral: como producto audiovisual de calidad, como género

 mentos clave de la historia reciente de la España democrá-  transnacional, como entretenimiento, como thriller.  ¿Es
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 tica en historias de crímenes, tensión y suspense, algo que   entonces todo cuestión de afectos y mercancía en este parti-

 en definitiva re-articula su mediación afectiva. El conjunto   cular cine de género español? ¿Hay espacio en él para el aná-

 de “emociones estéticas” que provocan tales convenciones   lisis o la denuncia que no esté comprometido precisamente


 genéricas da paso a una última reflexión en torno un tra-  por el tipo de apuesta genérica? La posibilidad de responder

 tamiento cinematográfico de la realidad española en teoría   de manera satisfactoria a tales preguntas pasa por reconocer

 comprometido por lo que podría considerarse como una   el valor del concepto de género mismo a la hora de exami-

 actualización del llamado pecado Brechtiano, ése que con-  nar discursos nacionales, por no desestimar el papel de los

 siste en “to allow the realm of the affective motives to in-  afectos en el acercamiento a la realidad del país, y por no


 terrupt the realm of (here, aesthetic) reasons, to short-cir-  descartar de antemano como inane un quehacer cinemato-

 cuit interpretation by means of identification” (“dejar que   gráfico que participa de la lógica del neoliberalismo para re-

 el ámbito de los motivos afectivos interrumpa el ámbito de   generar imaginativamente la nación.

 las razones (aquí, estéticas), cortocircuitar la interpretación


 mediante la identificación”; mi trad.; Brown, cap. 4).

 Es difícil saber en qué medida los afectos que genera el

 género “interrumpen” las reflexiones sobre la transición, la

 década de los noventa o la crisis española hechas desde el


 cine. Tampoco parece conmensurable cuánto de cortocir-  21  Las cifras de recaudación nacional e internacional que ofrece “Box

 cuito  interpretativo  tienen  los  procesos  de  identificación   Office Mojo” son más de nueve millones de dólares para La isla míni-
         ma y algo más de cuatro y tres millones para El reino y El hombre de las
 (así como los de abyección) propios de esas modalidades   mil caras respectivamente. Como contraste, una película que vuelve a los


         años 1990, como la premiada Las niñas (Palomero 2020), apenas supera
         el millón. Dramas sociales sobre la crisis como Hermosa juventud (Rosa-
 20  Para una discusión más en profundidad de lo que significa hablar de   les 2014) recauda algo más de cien mil dólares sin apenas distribución

 cine transnacional véase Egea (122-144).  internacional.





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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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