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prioridad. Como escribe Hays, “the mother regards moth- La serie ha sido objeto de una extensa labor de promoción

ering as more important than her paid work” (“la madre y cuenta con su propia página web en la que aparecen vi-

considera más importante la maternidad que su trabajo re- deo-entrevistas ficticias a las protagonistas, detalles sobre el

munerado”; mi trad.; 8). A raíz de los diagnósticos de en- rodaje y el vestuario e incluso un test para averiguar el tipo
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fermedad de los hijos, los hombres desaparecen de la vida de madre que eres. La página web, por ejemplo, incluye dos

familiar y, aunque se achaca a su falta de responsabilidad, artículos titulados “Las protagonistas de ‘Madres’: mujeres

tal hecho proviene también de presentar a las madres como que luchan por no perder su identidad mientras sus hijos

las únicas aptas y “naturalmente responsables” para cuidar y se convierten en el centro de sus vidas” y “El papel de las

sacrificarse por sus hijos. ‘Madres’ en la cultura de los cuidados: renuncian a su vida

y su identidad como mujeres para dedicarse a su familia”. A

La fantasía de la buena vida través de la lectura de los dos artículos corroboramos que,
aunque la intención inicial de los productores era reflejar la
La función de las madres como cuidadoras se ha visto tam- brecha de género en lo que respecta a los cuidados en Espa-

bién reforzada por la pandemia de la COVID-19. Si bien el ña, desafortunadamente no consigue dar cuenta de este he-

estreno de la serie por Tele5 no se produjo hasta septiembre cho al posicionar el sacrificio materno como una cuestión

de 2020, Madres fue estrenada por Amazon Prime el 8 de positiva y reproducir y reforzar la distinción entre las “bue-

mayo de 2020, que coincidió con las fases 1 y 2 de la deses- nas” y las “malas” madres.

calada en España. En ese momento las restricciones eran
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todavía muy amplias y el tiempo que el gobierno permi- Su estreno, que promulga una imagen positiva de la ma-

tía pasar en el exterior muy limitado. De hecho, durante la ternidad sacrificial y abnegada y en las que las madres aban-

pandemia el uso de la televisión creció un 16%, siendo mar- donan o descuidan sus trabajos, sus familias e incluso a sí

zo y abril “los meses de mayor consumo con un incremento mismas para cuidar exclusivamente de sus hijos sin ningún

del 37% y el 40% respectivamente” según La Vanguardia. otro apoyo familiar y de una forma desproporcionada, ha
coincidido en un momento histórico en el que la materni-

dad ha retomado en España su cariz sacrificial. La pande-

20 En este caso las madres a las que se refieren son madres con un perfil mia ha puesto de manifiesto no solo la crisis de los cuidados

vital similar: blancas y de clase media. Las madres no blancas y de clases en el país, sino la disparidad de género y la repartición no
trabajadoras, o inmigrantes, necesitan el trabajo remunerado para poder

criar y sobrevivir. igualitaria de las tareas domésticas y del cuidado de los hi-
jos. La fuerte carga que sufrieron las madres durante la pan-
21 Aunque la plataforma online Amazon Prime no proporciona datos de
audiencia, deducimos que han sido favorables por el hecho de que se ha demia tiene ciertas similitudes con la que vemos en Madres,

renovado por dos temporadas más. donde el cuidado de los hijos es incompatible con el ámbi-

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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023