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nes de poder que existen entre las mujeres” (637). Este tra- de televisión no hablan desde la perspectiva de la donante,
bajo no remunerado, el trabajo reproductivo, forma “[u]n sino de la receptora de los óvulos. Es importante notar que
entramado de relaciones desigualitarias de clase [que] se ar- la voz de la mujer que dona, ausente en este libro, sería ne-
ticula en las dinámicas de la bioeconomía reproductiva para cesaria para poder analizar en profundidad los fracasos y lo-
que jóvenes mujeres de bajos ingresos constituyan el ejér- gros del sistema de donación. No es sorprendente que una
cito de reserva reproductivo de las parejas o mujeres infér- mujer de clase acomodada y famosa pueda escribir sobre sus
tiles acomodadas, de mediana edad” (637). Este es el caso experiencias como receptora de óvulos donados, mientras
de Samanta Villar, una mujer de mediana edad que cuen- que el silencio de la mujer donante ejemplifica la desigual-
ta su experiencia con la ovodonación en su libro Madre hay dad inherente en un sistema capitalista basado en el neoli-
más que una y en su programa de televisión Nueve meses con beralismo social. Dicho esto, por lo menos podemos acce-
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Samanta. der a un lado de la experiencia de ovodonación gracias a la
historia de Villar, una mujer que declara no ser “lo bastan-
El caso de Samanta Villar te valiente para tomar la determinación de no tener hijos”
El título presenta el contexto del libro: el embarazo de Vi- pero que no anhela ser madre (Villar 64-65). Desde su pers-
llar gracias a la ovodonación. Es un embarazo que necesita pectiva, hay tres dificultades relacionadas con aceptar la do-
tres personas. Desde el principio de su narración, Villar ex- nación: el duelo genético, las preocupaciones por el futuro
plica que ella y su marido llevan cuatro años “buscando el de la criatura y el remordimiento. Aunque Villar entiende
bebé y sin ayuda de la ciencia tendría[n] una posibilidades su posición de privilegio de poder pagar a otra mujer para
en torno al 5 por ciento de lograrlo” (16). Ella comienza el que le done sus óvulos, su obra no indaga en el porqué de
cuestionamiento de lo que significa ser madre dentro de un la donación, sino en la situación de ser receptora y sus con-
sistema que depende de la mercantilización del cuerpo de secuencias. Así, al usar su libro como un caso que ejempli-
otra mujer. Villar reconoce este hecho cuando dice, “solo fica la situación de la mujer que utiliza los óvulos donados,
un 15 por ciento de las mujeres que tienen una baja reserva podemos ver el complejo proceso de aceptación de un re-
ovárica e intentan una fecundación in vitro a partir de los galo supuestamente altruista (que no es tal), con las conse-
treinta y ocho años” consiguen un embarazo (26), lo que la
lleva a buscar su bebé por ovodonación. Su libro habla del 5 En su libro Sexografías, Gabriela Wiener incluye un cuento “Adiós,
estado de la fertilidad en España específicamente, y Europa Ovocito, adiós” donde habla de su experiencia como donante de óvulos
en general, y es tanto un libro investigativo como un diario en España. Wiener dice que un 15% de las donantes son latinoameri-
de su experiencia logrando su embarazo hasta el nacimien- canas, aunque ella sospecha que el número es más alto (162). Como los
óvulos vienen de una donante anónima, Villar no incluye su voz —ni la
to de sus hijos. Tanto el libro de Villar como el programa voz de ninguna donante— en su libro.
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023
