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nutre de ese tradicionalismo hogareño que ve el papel ma- le un marco teórico que se basa en la ‘teoría baja’ de Judith/
ternal como algo natural, el destino de cualquier mujer que Jack Halberstam y el enfrentamiento feminismo-capitalis-
se defina como tal, algo que vale en la esfera privada pero mo (planteado por teóricas tales como Ana de Miguel, Sil-
que no sirve en la esfera pública de currículums, ingresos y via Federici y Nancy Fraser). La conciencia de una mater-
avances económicos. Es decir, la maternidad vale como la- nidad neoliberal se forja en la obra de Nanclares de manera
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bor gratuita pero nunca como parte del brutal sistema neo- individual (la trayectoria de la propia Nanclares) y colectiva
liberal que paga. Nanclares lo cuestiona todo al integrar esta (los diversos contextos de su grupo de amigas/os/xs y la cui-
cita de Ursula K. LeGuin como epígrafe a su novela-me- dadosa investigación periodística que lleva a cabo). Este ar-
moria: “Ser madre es una de las cosas que una mujer puede tículo, entonces, estudia la representación en Quién quiere
escoger, igual que ser escritora. Es un privilegio. No es una ser madre de las relaciones afectivas, la política neoliberal, el
obligación, ni un destino” (9). En esta novela autobiográfi- mercado, la tecnología y los cuidados como aspecto femi-
ca, Nanclares reconoce su postura feminista y matiza que su nista para el espacio público.
concepción del feminismo evoluciona con la edad, las cir- Alfaguara le pone a Quién quiere ser madre la etiqueta de
cunstancias sociopolíticas y sus relaciones afectivas. “novela autobiográfica”, y, en palabras de Elvira Navarro en
Quisiera analizar la maternidad como realidad diaria de la contraportada, de “testimonio” —en este caso la memo-
afectos (para alguna gente) y cuidados (para casi todas/os/ ria de una mujer, al rondar los cuarenta, quien empieza a
xs) y como metáfora de un organismo social-institucional articularse a sí misma el deseo de tener un/a bebé—. Este
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en los ámbitos del cuidado y del activismo social, usando hilo narrativo va acompañado de la muerte del padre de la
como texto principal esta obra de Nanclares y otorgándo- narradora Silvia y el inicio de una relación amorosa. La na-
rradora plantea el asunto de elegir o no la maternidad con
que reduzcamos nuestra jornada laboral o abandonemos nuestra trayec- un título irónico y por medio de un listado narrativo de las
toria profesional para dar respuesta” (42). mujeres (amigas, colegas, conocidas) de su vida y sus situa-
3 Véase “Spain: Short on children and short on family policies” (2008)
de Margarita Delgado, Gerardo Meil y Francisco Zamora López para un
análisis de la influencia que ha tenido la falta de políticas familiares en 4 Olga Albarrán Caselles describe así el género de Quién quiere ser ma-
la tasa de natalidad en el caso español. Este estudio detallado proporcio- dre (junto a Tiempo de espera de Carme Riera y Nueve lunas de Gabriela
na datos sobre: tasas de natalidad desde 1975; tasas de fertilidad desde Wiener): “…son textos autobiográficos y combinan elementos del tes-
1975; cuándo las mujeres llegan a ser madres, según el nivel de educa- timonio, la confesión, el diario, la crónica, la novela de formación y di-
ción de las mujeres; tasas de matrimonios desde 1975; estatus del uso de luyen los siempre confusos límites entre literatura y vida. Son tres obras
contracepción; actitudes hacia el trabajo pagado de las madres; tasas de que nos hablan de una historia simple y, en cambio, raramente contada:
desempleo desde 1987; cambios de edades prominentes en la población un relato reproductivo en primera persona. Tratan del proceso corporal,
española desde 1950. de la condición femenina y de la institución de la maternidad” (116).
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023
