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Eurípides por el modo en que a pesar de su clase socio-eco- reacciones violentas inesperadas… en fin, una falta de con-

nómica vive en los márgenes del grupo, lo que retroalimen- trol absoluta sobre sus actos” (Agirre 184). Y la propia es-

ta su soledad, y presenta características físicas y sociales que critora protagonista elabora cinco hipótesis (195-97), que

provocan la reticencia de hombres y mujeres. Su actitud coinciden con las razones argüidas por Resnick en 1969: el

“calmada, casi desganada, indolente” (Agirre 11), y su com- filicidio altruista, el filicidio psicótico agudo (depresión, an-

portamiento como el de “una adolescente errática, educa- siedad, psicosis), el filicidio por maternidad no deseada, el

da en un entorno familiar desestructurado, afligida por una filicidio accidental, y finalmente, el filicidio por venganza

o varias enfermedades mentales sin diagnosticar” (105) son marital, ya comentado (citado en Holden 70). En el fondo,

aspectos que la exotizan y la convierten en “la otra” de los todas las opciones son posibles con el elemento común de

que la rodean. Las mayores sospechas vienen sobre todo de situar a la mujer fuera del estricto control normativo de los

su belleza, que “es como un anzuelo: ella lo lanza y tú te lo imperativos patriarcales (ver Lozano, y Paterna y Martínez).

tragas”, porque reproduce el estereotipo de la mujer peca- Al escapar la normatividad, a las filicidas se las considera

dora y tentadora, la mujer bella en el exterior, pero malvada manifestaciones de “un cuerpo enfermo”, de monstruosi-

espiritualmente (125). Pero en el fondo, Jade/Alice consti- dad e irracionalidad, de ser una inhumana “otra” inescru-

tuye un misterio sobre el que otras mujeres, el jurado y la table. El comportamiento anómalo “de otredad” raramente

propia escritora proyectan sus miedos, situándola emocio- se juzga como uno de rebeldía, sino que en su diferencia se

nalmente como “la otra” de sí mismos. Además de Medea es le considera excepcional, representando un peligro para la

una “Eurídice de sal”, la protagonista de un aquelarre (12). razón. En este sentido, el pasado y el comportamiento mis-

Es por ello que la lectura tradicional del filicidio por ven- terioso de Jade/Alice se presenta como un enigma imposi-

ganza, como se ve a la Medea euripidiana en la actualidad, ble de descifrar: un ejemplo claro de ma(l)ter(n)idad. 4

no es suficiente para explicarla.

El mitema de la mala madre, de la “otra” madre no acep- 4
La inaccesibilidad de la mujer desde la perspectiva del sistema patriar-
tada socialmente, se revisa a través de la indagación de una cal, que produce su incomprensión, es estudiada en El enigma de la es-

variedad de condiciones y contextos que motivan el filicidio finge de Laura Mulvey, con la que creo Jade/Alice presenta coinciden-

sin alcanzar una resolución. La tensión entre las posibles ex- cias. El título de la película proviene de la leyenda con el mismo nombre

plicaciones cuestiona visiones simplistas basadas en el bina- mencionada en el Edipo Rey de Sófocles (430 a. C), sobre un ser mitoló-
gico que desafía la racionalidad y que, representada con forma de mujer,
rio de buena y mala madre. Así, la abogada defensora recurre es percibida como una amenaza indescifrable (García López). La pelí-

a la anamnesis, o exploración psicopatológica de la acusa- cula ofrece una crítica de la posición de la mujer en el patriarcado uti-

da: “¿Tenía que recordar cuáles eran esas circunstancias? Un lizando un diálogo y una serie de imágenes fragmentadas que colapsan
las estructuras narrativas convencionales, con frecuencia utilizadas para
repaso rápido: depresión, psicosis, alucinaciones, paranoia, objetivar y fetichizar a las mujeres en el cine tradicional. El objetivo es,

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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023