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La novela explora varias consideraciones por las que Jade/  como mujer extranjera, transgresora de la cultura social de

 Alice se habría convertido en una filicida, pero plantea que   la Roma imperial (Álvarez Espinoza). No es hasta la versión

 más importante que descubrir el motivo o “la razón”, es ex-  de Eurípides (431 a.C.) que se construye a Medea como un


 plorar el cómo y porqué de casos similares y lo que se dice de   arquetipo popular de mala mujer. Aun así, los críticos han

 ellos: “los mitemas” que construyen a la mala madre como   glosado en ella múltiples habilidades que la hacen merece-

 la Llorona y que se repiten en múltiples sociedades (Agirre   dora de atención positiva: por su sentido de la amistad per-

 59). Frente al precepto social de que “Una madre tiene que   sonal y social (Hopman 158), por su crítica al control pa-

 sufrir. Arrodillarse bajo la cruz y llorar desconsoladamen-  triarcal institucionalizado sobre los derechos reproductivos


 te. Ahí se cumple su destino. En ese lugar llamado Gólgo-  de la mujer, y a la  consideración instrumental y egoísta ha-

 ta. Mater dolorosa, mater lacrimosa” se le opone el mito de   cia los hijos (Mackay y Allan 62), o incluso, como uno de

 Medea (190, 59).  Sin embargo, el uso de Medea como un   los ejemplos más feministas de la literatura occidental (van
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 lugar común para explicar los sucesos de filicidio constituye   Zyl Smit 104).  Es solamente cuando el mito de Medea se
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 una práctica de sinécdoque problemática. Matar a los hijos   deconstruye, como hace la novela en los capítulos “Natural

 como método de venganza contra el esposo (como en la tra-  killers” y “Medicina forense”, que puede entenderse cómo

 gedia griega de Eurípides) es solamente una de las explica-  cada interpretación es manejada en épocas y culturas dife-

 ciones posibles para el crimen. El arquetipo de Medea como   rentes, y cómo cada una refleja la evolución de la humani-


 “mala” madre es el resultado de su interpretación contem-  dad tanto o más que muchos documentos históricos (Van

 poránea, olvidando los cambios sociales y culturales que ha   Zyl Smit 103). En la novela, cuando la escritora piensa que

 sufrido. Por ejemplo, en la Teogonía de Hesíodo (siglo VIII   su investigación explora una “burda crónica negra, el terri-

 a. C.) se enfatiza el origen divino de Medea, mientras en la   torio banal del suceso, para entrar de lleno en el meollo de


 Argonaútica de Apolonio (siglo III a. C.), su figura desta-  una tragedia negra actualizada” (Agirre 57), se indica que la

 ca por estar apasionadamente enamorada de su esposo Ja-  historia de Jade/Alice más que como ejemplo de un crimen

 són y por sus habilidades como maga poderosa. Por su lado,   personal, debe analizarse como un símbolo de una catástro-

 los textos de Ovidio y Séneca hicieron hincapié en Medea   fe que afecta a toda la sociedad. Es cierto que la caracteriza-


         ción de la filicida presenta concomitancias con la Medea de


 2   El tema del filicidio es analizado también en la novela Mi amor desgra-

 ciado de Lola López Mondéjar, que desarrolla el drama de Medea como   3  Otros críticos piensan que es una figura compleja sobre la que se vier-

 “madre vengativa” con bastante fidelidad. Por otra parte, el documental   ten características antitéticas: marcial y materna, masculina y femenina,
 de ficción Mater amatísima de María Ruido examina imaginarios y dis-  griega y bárbara (ciudadana de Grecia o extranjera) cuya comprensión
 cursos sobre la maternidad a partir del caso de filicidio real de Asunta   puede ayudar a estudiar los traumas derivados de pertenecer a un ejérci-

 Basterra (2013).  to (Lush 25).





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 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
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