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El proyecto que el libro documenta es el de la Conste- activista catalán Toni Serra *) Abu Alí (cccb.org/en/partici-
lación de los Comunes, una memoria audiovisual en red pants/file/toni-serra-abu-ali/6004), cofundador del colecti-
(constelacionesdeloscomunes.org), bilingüe (español-in- vo OVNI (Unidentified Video Observatory) vinculado al
glés), creada por Álvarez-Blanco y que agrupa en once ca- CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona),
tegorías distintas o “nódulos constelares” (12) la labor de lo resume muy bien: “No colaboremos más, no nos auto-
cuarenta y cuatro grupos de “orientación y aspiración anti- censuremos más, no nos engañemos más . . . no nos calle-
capitalista tal y como se da expresión y práctica en el estado mos más . . . llamamos trabajo a la colaboración con este
español” (11). Tras la lectura del libro o visionado de la pá- creciente sistema totalitario . . . llamamos paz de espíritu a
gina web, comprobamos que la labor de Álvarez-Blanco es la autocensura y solidaridad a nuestra impotencia. Hable-
cartográfica, pues acota una realidad nueva dándole nombre mos ya con la desobediencia a los ídolos del poder, es decir,
y visibilidad. La particularidad extraordinaria de la Conste- hablemos con la Vida . . . que es Una pero única en cada
lación de los Comunes reside en situarnos ante una geogra- un@ de nosotr@s” (Cita en Álvarez Blanco 9).
fía nueva, ante territorios sociales, prácticas y filosofías de En las páginas de este libro, la mirada de Álvarez-Blan-
vida que apuntan a un “común” todavía sin acotar. Docu- co se posa tanto en cuestiones de talla macrosistémica (pró-
mentar esta realidad no es fácil. Exige encontrar un lengua- logo e introducción) como en perspectivas a ras de suelo,
je, incluso una imagen metafórica, que pueda dar cuerpo a más cercanas a las personas que colaboran en el proyecto de
las nuevas relaciones ecosociales y políticas nacidas de las ex- las Constelaciones (el conjunto de entrevistas). El suyo no
periencias anticapitalistas recopiladas aquí. La autora opta participa del modelo tan frecuente de sustracción de plus-
por una geografía “estelar” a la hora de dibujar las relaciones valía universitaria, sino que se esfuerza en todo momento
multidimensionales descubiertas en su afán por alumbrar en hablar “con y desde las comunidades” (7), evitando cer-
modelos y herramientas para ampliar nuestra mirada más carlas en posicionamientos teóricos rígidos, lo que se ob-
allá del ombliguismo capitalista. Es la suya una postura “a la serva constantemente en las entrevistas del libro. Si para sa-
contra de la complicidad predominante” (11) a base de ló- lir de la violencia del capitalismo debemos pensar la vida
gicas de extracción tanto de bienes, de personas, como de la como un problema común (Garcés 14), desde las universi-
naturaleza, que distorsionan hasta la esencia misma del ser dades nos toca intentar elaborar modelos de conocimiento
humano. Esta nueva óptica y modo de relacionarse con el que sorteen, como explica Álvarez-Blanco, “el extractivis-
mundo se reivindica en estas páginas como un “no hacer,” mo cultural” (7) y elaborar herramientas para repensar la
en otras palabras, como un ir a la contra de ese mal llama- motivación y el contenido de la actividad en el aula. Esto
do “sentido común,” que de sentido y común tiene poco. exige, en este caso, ver al “otro” estudiado no como artefac-
La siguiente cita del recientemente fallecido vídeo-artista/ to antropológico, sino como fuente de conocimiento y de
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Revist a de alces XXI Número 4 , 2019-2020