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ocupa, podemos insertar ahora la relevancia del 15M como para valorar si la llegada de algunas de estas iniciativas a las
acontecimiento en un arco histórico amplio, marcado por instituciones (sobre todo, en el caso de las iniciativas muni-
cambios estructurales respecto a los cuales, espacios y prác- cipalistas que gobiernan desde mayo de 2015 en los ayunta-
ticas de movimiento como los que hemos analizado cons- mientos de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, La Co-
tituyen intentos de interpretación y prefiguración (de una ruña, Cádiz) puede ser capaz de abrir dinámicas de cambio.
espacialidad y temporalidad alternativas a la del estado-na- Sin embargo, la secuencia histórica que hemos intentado
ción; de mapas cognitivos, conocimientos y percepciones trazar puede ayudar a pensar cómo algunos aspectos de la
desde otra lógica de producción). El 15M operaría como dimensión institucional pueden pensarse desde las trayec-
momento de eclosión, de apertura del panorama social y torias y equipajes prácticos y teóricos de los movimientos.
político, en una forma necesariamente difusa, pero desde la Esto es, cómo éstos pueden estimular una cierta imagina-
que estas diferentes iniciativas tomarían cuerpo. Como he- ción institucional, una “praxis instituyente” (Laval y Dar-
mos visto, la definición tradicional de las instituciones vin- dot) que responda a las mutaciones sociales y culturales de
cula éstas con el cumplimiento de una función respecto al las que provienen los movimientos.
resto de la sociedad: la gestión y gobierno de un recurso, de
un servicio, la satisfacción de una necesidad (sanitaria, edu- Algunas conclusiones
cativa, económica, etc.) de la población. Es esta definición,
sin embargo, la que han cuestionado, de diferentes mane- A modo de conclusión, pueden apuntarse dos posibles lí-
ras y de acuerdo a múltiples contextos, buena parte de los neas. En primer lugar, es precisa una reflexión acerca de
movimientos surgidos en los últimos años. ¿Qué se consi- cómo una cambiante composición social —que como he-
dera un recurso o un servicio? ¿Quién puede gestionarlo y mos visto, es inicialmente procesada por los movimientos,
de acuerdo a qué criterios? ¿Quién lo recibe o se beneficia para después adoptar diversas formas de la política de lo
del mismo? ¿Cómo se deciden esas cuestiones y de acuerdo instituido— puede impactar en el establecimiento de otras
a qué criterios? ¿Cómo se distribuye la información acerca prácticas, usos y formas de organización de la institución.
de la gestión y el gobierno? ¿Cómo se toman decisiones en
relación a esos recursos y servicios? ¿Quién es el sujeto ac-
tivo de la gestión y del gobierno, y quien el receptor pasi- hasta numerosos estudios especializados, como el de Burke et al. —un
vo? Toda una serie de preguntas que conectan cuestiones de estudio de movimientos globales que apunta como una de las tenden-
cias generales entre todo tipo de protestas y movilizaciones precisamente
carácter técnico y administrativo, pero sobre todo político. el giro hacia cuestiones de definición de las formas y métodos democrá-
Detrás de cada una de ellas está la cuestión de la democra- ticos—. Este trabajo ha dado lugar a la Global Platform on Protest and
cia: sus formas, sus métodos, sus consecuencias. Es pronto Participation, una red de investigación global sobre protestas y movi-
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mientos que cuenta con la participación de analistas políticos, activistas,
académicos y periodistas. Los trabajos se pueden consultar en <http://
18 Así lo señalan desde textos producidos por los mismos movimientos worldprotests.org/>.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017