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“genera” este arte acomodaticio y estandarizado? ¿Se pue- ma. Y lo poco que pasa tiene como objetivo que los perso-
de educar otro tipo de público, más lúcido y reflexivo? ¿Es najes se muestren al lector y que, a través de sus acciones, se
posible hacer llegar al público un arte crítico con el capita- reflexione sobre las distintas temáticas de la obra.
lismo cuando quienes controlan los canales de distribución Se podría escribir largo y tendido sobre la extraordina-
y promoción son empresas capitalistas? ¿Es posible para un ria serie de personajes que Sanz ha elaborado para su nove-
actor, pintor o novelista tener éxito y ser crítico con ese la, pero dos decisiones de la autora a este respecto destacan:
mismo mercado que lo reconoce? (Esta es una contradic- uno, el resaltar la influencia que los factores económicos
ción que Marta Sanz experimenta en persona con su nove- juegan en las vidas de estos artistas y, dos, el elegir a los per-
la Farándula, que recibió el Premio Herralde de la editorial sonajes, más que el argumento, como elemento sobre el que
Anagrama en 2015). construir su novela. Estas decisiones encuentran su expli-
Preguntas como estas se encarnan en los personajes de la cación en la concepción de Sanz acerca del mercado teatral
novela. A través de sus experiencias como actores, directores (que se puede hacer extensivo al literario y artístico, en ge-
y técnicos en el mundo del espectáculo, el lector entra en el neral) donde prima el principio del máximo beneficio con
debate. El reparto incluye a Valeria Falcón, actriz y profeso- las consiguientes restricciones que ello impone en los auto-
ra de teatro de mediana edad, personaje central y voz narra- res y en sus obras.
tiva de la novela; Ana Urrutia, una vieja gloria del teatro que En numerosos momentos de la novela se hace eviden-
sobrevive miserablemente; Natalia de Miguel, actriz sin ta- te que el disponer (o no) de una fuente de ingresos regular
lento que triunfará en la televisión con un programa reality determina las acciones de estos personajes. Así, por ejem-
show; Daniel Valls, actor que experimenta la contradicción plo, aparecen temas recurrentes como su preocupación por
de defender una ideología de izquierda y disfrutar la vida de la falta de recursos en la vejez, el verse obligados a buscar
lujo y glamur de una estrella de cine; Lorenzo Lucas, actor un segundo trabajo porque no se pagan los ensayos o te-
de gran talento pero escaso éxito que se convertirá en men- ner que abandonar proyectos teatrales con relevancia social
tor y marido de la nueva estrella Natalia de Miguel; Alex pero poco éxito comercial y que, por tanto, no pueden re-
Grande, director teatral que, para poder llevar a escena su tribuir a quienes trabajan en ellos. Farándula relaciona de
proyecto teatral, cederá a las exigencias dictadas por los pro- forma repetida la vida de estos artistas con el dinero y las
ductores; Adolfo Villaseca y Mariana Galán, una pareja de preocupaciones económicas. Si esta característica narrativa
actores cercanos a la jubilación que aún se esfuerzan por es- resulta tan llamativa es, precisamente, porque la tendencia
cenificar un teatro comprometido con la realidad social. La opuesta es más frecuente: no mencionar la dimensión eco-
riqueza de características que los definen, crea unos perso- nómica, mercantil, de las artes como si, al hacerlo, se las
najes complejos y con perfiles distintos en los que se apoya mancillara. Tendencia que resulta incongruente con el he-
la novela. En esta obra, casi no pasa nada; la acción es míni- cho de que el teatro y las otras artes se gestionen de acuer-
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017