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preguntas del hombre acerca de la naturaleza de la materia lo humano, sino que lo reposicionaría en relación a dichas
y del mundo, sino que nos abocan a la alienación y a la he- prácticas como otro sujeto actante más en el nuevo escena-
catombe sociocultural y económica al burlar, entre otras, rio cultural.
cuestiones de sostenibilidad global, se impone la necesidad Pero no todas las obras que hacen uso de las nuevas tec-
de articular un nuevo paradigma de restauración y conec- nologías o que se apropian del lenguaje científico habrán
tividad que atienda a una de las misiones más importantes realizado esta transición si perpetúan dualismos, una con-
de la “cultura”: integrar sus componentes o epistemes. Esto ciencia cartesiana o hacen uso del paradigma tecnocien-
ocurriría mediante un proceso de traducción entre las di- tífico como signo de mera modernidad, juego por el jue-
versas disciplinas, la integración de las instituciones cultu- go u ornamento textual. Estas obras, que podrían interesar
rales (que la universidad, sea efectivamente universal), y la por cuestiones formales, no contribuirían sin embargo a la
investigación en innovación en artefactos y prácticas trans- agenda de la transdisciplina. Los artefactos a los cuales me
disciplinares. El resultado de la transdisciplina es la entra- refiero operarían cual sistema complejo: trasvasando infor-
da en el escenario cultural y literario de las nuevas tecno- mación de modo no lineal y caótico (es decir, relacional o
logías (arte visual, digital, videoarte, ciberliteratura, poesía rizomáticamente), pero integrando la heterogeneidad de sus
sonora) y la eclosión de narrativas y poemarios híbridos o componentes en la producción de nuevas sinergias textuales
tecnocientíficos, obras que están dirigiendo el rumbo de la productoras de nuevos significados y sentidos. Remplazan-
literatura hacia un diálogo con otras disciplinas y prácti- do así deleuzianamente la centralidad del sujeto y antiguos
cas materio-discursivas (objetos, imágenes, sonidos y demás modos de correlacionismo sujeto-objeto kantiano, tenemos
performatismos corporales), realizando así un barrido del en el panorama cultural global e hispano nuevas ecologías
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correlacionismo (el sujeto como centro ontológico) hacia estéticas, relacionales, afectivas, transdisciplinares y retro-
una nueva ecología literaria posthumanista. Nada tendría progresivas, que nos piden, como veremos, la disolución
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que ver este tipo de posthumanismo con la negación de
2 Por cuestiones de tiempo y espacio, y porque personalmente prefiero
ción. El desencanto es así el resultado de un mundo supeditado a unos el análisis exhaustivo a la catalogación, la obra de los siguientes auto-
valores racionales y seculares que despoja al mundo moderno de la pers- res españoles e hispanohablantes contemporáneos que sí participan de
pectiva mítico-religiosa y simbólica, al insertar en él el nuevo mito de la esta agenda y que sin duda merecen atención, ha quedado fuera de estas
razón tecnocrática. Según Weber en La ética protestante y el espíritu del páginas: Lila Zemborain, Sofía Rhei, Sandra Santana y Miguel Álvarez
capitalismo (1905), la propia religión protestante habría tenido un fuer- Fernández, Vicente Luis Mora, Germán Sierra, Lissi Sánchez, Ramón
te impacto en el desarrollo económico de las sociedades industriales in- Dachs, Mercedes Villarías, Mercedes Cebrián, Salvador Olguín, Eduard
sertando valores seculares en el logro de la salvación religiosa. La ética Escofet, María Salgado, Raúl Quinto, o Carlos Gámez, entre otros.
del trabajo protestante se convierte, pues, en garante de la “salvación,” al
convertir el capitalismo en un nuevo dios y materializar en dicha la so- 3 El filósofo hindú Salvador Pániker acuñó el término retroprogresión
ciedad capitalista, espacio mítico de la Tierra Prometida. para referirse a un impulso que explica que “a medida que crece la ra-
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017