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Desde que nació, el Festival fue nuestro proyecto emble- y pérdidas económicas. Quienes nos conocen saben que so-
ma. Y prácticamente desde sus inicios en El Viso del Alcor, mos tendentes a la autocrítica, por eso asumimos que parte
el espíritu siempre fue el mismo: aprender con gente que del relato de esta despedida fue culpa nuestra. Sin embar-
hace cosas interesantes. Una regla muy simple que rigió una go, quienes nos conocen también pueden dar fe de la innu-
edición tras otra. Con errores y aciertos. Queríamos poder merable cantidad de veces que intentamos repensar nuestro
mostrar contenidos que no solían ser programados en nues- modelo festival y cómo en todas ellas la respuesta por par-
tra ciudad. Hacer que personas que no suelen encontrarse te de las instituciones fue cada vez más decepcionante. Sin
tuvieran un espacio y un tiempo, aquí, en el sur. Pero eso ir más lejos, el mes de septiembre de 2014 dijimos basta.
se acabó, al menos para nosotras. La buena noticia es que, a Cada año fue más difícil. Seis años estuvimos insertos en
pesar de la crisis y la precariedad, incluso a pesar de sus go- un proceso de mengua constante de los apoyos económicos
bernantes, Sevilla es hoy una ciudad llena de proyectos in- pero también de otro tipo de atenciones no solamente mo-
teresantes. Seguiremos ahí pero haciendo otras cosas. netarias. Y no nos confundamos, esto no se soluciona con
El estado español está siendo atravesado por una revolu- más dinero: no hay política cultural, ni se la espera, que se
ción democrática. Vivir intensamente los esfuerzos de tanta preocupe de estos asuntos. Ese es el debate que nos gustaría
gente por conseguir una transformación política hace que abrir.
nos planteemos dónde y cómo queremos depositar nuestros Venimos reclamando a las administraciones que nos go-
esfuerzos e ilusiones. Y aunque el lugar desde el que habla- biernan, en la gestión de las políticas públicas y de las cul-
mos sea la cultura y aunque durante mucho tiempo haya- turales en particular, que atiendan a los estándares de trans-
mos defendido esa posición de intermediarios entre la ins- parencia, que jueguen limpio y que generen documentos
titución y la ciudadanía, somos conscientes de cuál es ahora accesibles para conocer qué se hace con nuestros impuestos.
la prioridad: recuperar las instituciones para que se produz- La tendencia, en presupuestos de diferentes entidades loca-
ca un cambio en la forma en que se gestionan nuestras vi- les, regionales o estatales, es eliminar las partidas nominati-
das. En eso, ni un paso atrás. Con este texto queremos con- vas y crear macro-transferencias a agencias de gestión públi-
tribuir a desdibujar un modelo de gestión de las políticas ca en donde el grado de transparencia es menor.
culturales que esperamos tenga los días contados. No pretendemos hacer aquí un análisis global de la ges-
tión económica de la cultura en Sevilla o en Andalucía, pero
Ninguneo institucional y precarización de las prácticas sí queremos ser críticos y contar el proceso que hemos se-
culturales guido con el conjunto de instituciones que nos apoyaron.
Todo lo que vamos a contar aquí fue ya reclamado, contado
Nuestro descontento no se produjo de un año a otro; fue y discutido en reuniones y conversaciones con dichas insti-
una larga acumulación de desplantes, desatención, desgana tuciones.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017