Page 148 - Revista3
P. 148
En su conferencia durante el curso del verano en el Es- las instituciones que las emiten, la moneda local en Vilano-
corial dedicado al tema de la economía solidaria, Margari- va y la Geltrú, la turuta, se construye mediante horas inver-
ta Padilla caracterizó la tarjeta de crédito como una “caja tidas en un trabajo de regeneración de las tierras. Mientras
15
negra” donde se graban todas nuestras huellas económicas, que la estructura del dinero y del sistema económico do-
las cuales podrían volverse en contra del propietario en el minante estimula los deseos humanos destructivos para el
momento de un accidente en caso de no poder pagar. Por medio ambiente, la turuta devuelve la vida a la biosfera e
otro lado, los teléfonos, tabletas y ordenadores nos llevan a impone unos límites muy claros a los deseos individuales,
través de internet a un mundo “de mátrix” que se distingue los cuales siempre tienen que medirse contra el estado del
de modo significativo del mundo real. Las imágenes de má- ecosistema local. Según Lietaer, el dinero es “a frozen desi-
trix nos abren a una realidad que promete placer mediante re” (un deseo congelado) que puede descongelarse y hacerse
compras que se realizan con un solo movimiento del dedo real mediante la moneda. La monenda social en Vilanova,
y mediante tarjetas de crédito frecuentemente conectadas íntimamente unida a los intereses del ambiente local, reali-
a los teléfonos. Así, la economía del conocimiento mani- za únicamente aquellos deseos que no le hagan daño.
pula los deseos humanos y el flujo del dinero. En su confe- Mientras las monedas locales pueden verse como un hac-
rencia, Padilla habló de la necesidad de hackear los objetos keo del dinero global y de su sistema de tarjetas de crédito,
que ejercen este tipo de poder sobre sus propietarios, desac- para apropiarse de la tecnología de los artefactos electróni-
tivándolos o redirigiéndolos contra sus emisores. Según Pa- cos, como las computadoras, los iPads y los smartphones, es
dilla, un hackeo respecto a la tarjeta de crédito es la mone- necesario saber programar. En su charla durante las Terceras
da social, donde todas las transacciones son transparentes y Jornadas de ALCESXXI en Soria, Jorge Riechmann pre-
16
conocidas por los miembros de la asociación —dicha mo- guntó si el smartphone había logrado derrotar al movimien-
neda no beneficia a nadie en particular más que a la comu- to ecologista. Riechmann recordó que el internet frecuen-
nidad— y donde, por lo tanto, el poder que se incorpora es temente se celebra como un espacio de oportunidad que
un poder realmente democrático. Además, el dinero cons- permite el surgimiento de espacios y movimientos alterna-
truido de modo alternativo puede contribuir a la mejora
ambiental y no a su destrucción.
A diferencia de las monedas globales, como el euro o el 16 Jorge Riechmann es una de las voces más importantes tanto en la
dólar, que se basan en la confianza que el público tiene en poesía como también en la filosofía española contemporánea. También
es una de las figuras claves de la cultura del cambio político y ambien-
tal. Autor de más de cincuenta libros, entre ellos también traducciones
15 Margarita Padilla es programadora y una activista que lucha por la y ediciones, trabaja como profesor de filosofía en la Universidad Autó-
mejora en internet. Es autora de El kit de la lucha en internet, donde noma de Madrid. Más que cualquier otro, puede considerarse como un
plantea que toda persona iniciada en un cambio social requiere un co- ejemplo de consistencia entre su “transición interior” personal y su tra-
nocimiento del mundo virtual y de las técnicas de programación. bajo comunitario, educativo y político.
148 149
Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017