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tivos, pero para funcionar este espacio necesita un enorme                                                              un nuevo cargador para un teléfono que tenga más de dos

         suministro de energía cuyos efectos secundarios son la des-                                                             años o reparar un ordenador que no sea novísimo. Como

         trucción de la biosfera y un mundo jerarquizado. En la eco-                                                             resultado, hay que comprar productos nuevos mientras que

         nomía del conocimiento, la alianza entre el capitalismo y la                                                            los que dejan de funcionar emprenden viajes hacia pueblos

         tecno-ciencia es más estrecha que nunca y el smartphone es                                                              de China, México o Ghana,  donde las poblaciones loca-
                                                                                                                                                                                    18
         un ejemplo del objeto en que esta alianza se corporiza. Los                                                             les los “reciclan” en condiciones que destruyen su salud y su

         smartphones nos muestran un mundo sin límites, abriendo                                                                 ambiente. El consumismo es un problema que las econo-


         ante nuestros ojos espacios de infinita diversión y de infi-                                                            mías alternativas combaten colgando en internet guías de

         nitas posibilidades tecnológicas. Estas visiones del mundo                                                              negocios éticos y haciendo llamamientos a no comprar a los

         virtual se proyectan entonces hacia el mundo real sin no-                                                               negocios más dañinos. Estas estrategias, sin embargo, resul-

         tar que en realidad los límites materiales están sobrepasados                                                           tan insuficientes. El internet y sus tecnologías, que sirven a

         con creces. Mediante varias aplicaciones de infotenimiento                                                              los activistas para hacer conocer sus ideas y mensajes, cons-

         y entretenimiento, los teléfonos se adueñan del tiempo libre                                                            tituyen al mismo tiempo las causas de los problemas que

         de las personas, el cual podría invertirse en el mundo mate-                                                            combaten. Como consecuencia de la obsolescencia progra-


         rial, en procesos democráticos o bien en proyectos sociales.                                                            mada necesitamos actualizar constantemente no sólo los

             Otro aspecto problemático de los teléfonos celulares                                                                productos mismos, sino también la programación y el co-

         como también de casi todos los productos hoy día es “la                                                                 nocimiento relacionado con el software. Para estar al tanto

         obsolescencia programada”; el principio introducido en la                                                               de los cambios constates de los programas, el ser humano se

         economía occidental a raíz de la crisis de los años treinta                                                             adhiere a la pantalla y al teclado por horas, olvidándose de

         que limita la vida de los objetos para estimular la compra y                                                            su ritmo biológico. Además, el cerebro del usuario del mó-

         el crecimiento. Como resultado, en vez de comprar un par                                                                vil se transforma de tanto usar el pulgar.  La tecno-ciencia
                                                                                                                                                                                                        19
         de zapatos cada diez años necesitamos un par nuevo cada

         dos, mientras que las teteras eléctricas, batidoras y aspirado-


         ras son capaces de fallar en tan solo unos meses.  Ninguna                                                              18  Ver Ghana, digital dumping ground o ToxiCity.
                                                                                             17
         industria, sin embargo, se ha especializado tanto en las di-                                                            19  La mayoría de las publicaciones sobre “la generación del pulgar” cita

         versas estrategias de obsolescencia programada como la de                                                               la investigación de Sadie Plant (2002), quien tras seis meses de obser-

         las computadoras y los teléfonos. Los programas, las aplica-                                                            vaciones y entrevistas distingue una serie de nuevos comportamientos
                                                                                                                                 humanos relacionados con el uso del móvil, pero también nota que la
         ciones, los cables, los enchufes y los componentes cambian                                                              nueva generación que ha crecido enviando mensajes y jugando a video-

         con un ritmo vertiginoso, haciéndose imposible comprar                                                                  juegos tiene sus pulgares más fuertes y más grandes que las generacio-

                                                                                                                                 nes anteriores y que además los usa con más frecuencia. De este modo,
                                                                                                                                 se observa un salto dramático en la evolución de la mano humana, cuya

         17  Ver los filmes de Danoritzer y de Leonard en la bibliografía.                                                       influencia en los procesos cerebrales no se conoce, salvo que interactuar





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